El cáncer no puede quedar en un segundo plano por la COVID-19, tanto en los aspectos de prevención y diagnóstico a fin de evitar casos en etapas avanzadas.
El cáncer en la actualidad es uno de los principales problemas de salud pública. En Perú, después de la COVID-19, es la mayor causa de muerte. Según las cifras publicadas por el Observatorio Global del Cáncer de la Organización Mundial de la Salud (Globocan) en el 2020 fallecieron 34 976 peruanos a causa del cáncer, además 69 849 fueron los nuevos casos diagnosticados el año pasado.
“Durante la etapa de confinamiento en la primera ola de contagios por la COVID-19, a partir de marzo, se redujo en un gran porcentaje las visitas oncológicas y muchos centros privados tuvieron que suspender los chequeos preventivos hasta mediados de julio” señala el doctor Carlos Vallejos, fundador de Oncosalud y exministro de Salud.
El médico explica que debido a la pandemia el Perú adoptó medidas de confinamiento por lo que de abril a julio los centros especializados tuvieron que reprogramar los chequeos preventivos, los cuales se reiniciaron a mediados de julio.
Según una encuesta realizada en junio del 2020 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), donde participaron 155 países, los servicios de prevención y tratamiento de enfermedades no transmisibles se vieron afectados por la pandemia. En el caso del cáncer se produjo un 42 % de interrupción parcial o total de sus tratamientos.
El especialista resalta que, por ejemplo, instituciones como Oncosalud siguieron brindando atención a los pacientes oncológicos que se encontraban en tratamiento con quimioterapia, radioterapia o que tenían programada una cirugía.
NUEVOS PROTOCOLOS DE ATENCIÓN
“Las instituciones han adoptado medidas en los servicios de oncología acorde a las normas establecidas para mantener los espacios libres de COVID-19. Cabe recordar que los pacientes oncológicos pertenecen al grupo más vulnerable debido al estado de inmunosupresión en el que se encuentran, por ello al visitar la institución tienen que usar obligatoriamente la mascarilla y evitar ir acompañados”, relata Vallejos.
En este nuevo panorama, el exministro de Salud indica que, en el caso de las cirugías, los quirófanos tienen que implementarse con filtros especiales de aire. Además, resaltó el uso de la tecnología porque en algunos casos, como los pacientes en tratamiento, se les brinda atención vía teleconsulta. Así, Vallejos indica que se les debe siempre apoyar con los medicamentos mediante un sistema de delivery, para que acudan con menos frecuencia a la clínica.
Finalmente, el médico puntualiza que el cáncer no puede quedar en un segundo plano por la COVID-19, tanto en los aspectos de prevención y diagnóstico, a fin de evitar casos en etapas avanzadas que disminuyen las posibilidades de curación. Antes de la pandemia, en nuestro país, el 75 % de los casos fueron detectados en estadios avanzados, dificultando la eficacia del tratamiento.
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