Antes de someterse a una intervención quirúrgica, el paciente que fuma debe dejar de hacerlo por lo menos cuatro meses antes.
En más de 50% se incrementa el riesgo de complicaciones durante una cirugía con anestesia general en el caso de las personas que fuman, debido a que sus vías respiratorias son más sensibles a cualquier estímulo y son propensas a desarrollar eventos adversos en el sistema respiratorio y cardiovascular, señalaron especialistas.
Jerónimo Macedo Machaca, médico anestesiólogo del Hospital Nacional Arzobispo Loayza, precisó que estas complicaciones se deben principalmente a la obstrucción de las vías respiratorias, por el acúmulo de mucosidad (atelectasia), reacciones alérgicas (broncoespasmos) o secuelas de otras enfermedades como fibrosis pulmonar (“cicatrización” de los tejidos elásticos del pulmón), entre otros.
“El consumo de tabaco produce mucosidad excesiva en las vías respiratorias y la tos actúa como un método de defensa para eliminarla del organismo. Sin embargo, el efecto de algunos medicamentos, así como otros factores que pueden presentarse en la operación, anulan esta reacción natural, y con ello es posible una infección que conlleve a una neumonía o una bronquitis aguda, entre otros riesgos”, advirtió el especialista.
En el marco de la campaña "Fumar daña tu salud", el especialista refirió que la anestesia general en pacientes fumadores demanda, por lo general, un mayor tiempo para hacer efecto, e incluso requiere, en ciertos casos, una dosis mayor de fármacos que un paciente sano.
Por ello, el médico anestesiólogo recomendó que antes de ser sometido a una intervención quirúrgica, el paciente que fuma debe dejar de hacerlo por lo menos cuatro meses antes.
"Durante este periodo es importante que reciba tratamiento por parte del médico neumólogo o internista, con el objetivo de reducir los riesgos operatorios", enfatizó.
Sostuvo que el abandono del hábito del tabaquismo trae como ventajas el incremento de la capacidad al ejercicio, disminuye el riesgo de eventos cardiovasculares, mejora la circulación de la sangre y, en consecuencia, existe una mejor cicatrización de las heridas quirúrgicas.
“Si bien es cierto, las complicaciones quirúrgicas por el consumo de tabaco pueden ser controlables, ello no quita la gravedad y el riesgo que significa para la salud. Por eso, la reducción de riesgos anestésicos y post operatorios se pueden lograr con el simple hecho de dejar de fumar”, concluyó.
ANDINA
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