La presencia de parásitos en el organismo pueden causar síntomas como una convulsión de tipo epiléptica. Si bien la mayoría de las convulsiones son de por vida, existe un grupo que se autolimitan o son temporales.
Las convulsiones son descargas súbitas de las neuronas del cerebro que producen una falla funcional de manera temporal. Esta falla cerebral puede ser en una parte del cerebro o en toda la zona. Esta puede provocar cambios en la conducta, movimientos e incluso sentimientos de los pacientes. No todas las convulsiones significan que se padece de epilepsia.
El neurólogo de Clínica Internacional Oswaldo Cachay explica que las causas más comunes de las convulsiones son el sufrimiento fetal (llamado también diestrés fetal define a un estado que altera la fisiología fetal antes o durante el parto), traumatismo craneal, infecciones, convulsiones congénitas y hasta parasitosis.
"¿Todos pueden sufrir una convulsión? Pues depende: las congénitas, no; las adquiridas, sí. Por ejemplo una parasitosis, un traumatismo y a partir de ellas tener convulsiones. La mayoría de las convulsiones son de por vida. Sin embargo, existe un grupo de convulsiones que se autolimitan o son temporales", comenta.
El especialista explica que algunas enfermedades pueden desencadenar convulsiones: tumores, infecciones, hematomas y todo tipo de agresión que sufra el cerebro. "Ante una convulsión, mantenga la calma, proteja la cabeza del paciente, recuéstelo y observar que la crisis no sea muy prolongada. Si es muy prolongada, acuda a un centro médico", finaliza.
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