Los lentes de sol deben ser usados durante todo el año y no exclusivamente en verano. Además, es recomendable su uso en zonas con agua porque el reflejo de la radiación es dañino.
La exposición a los rayos ultravioletas de la luz del sol son una de las principales causas de los problemas visuales. La radiación UV afecta directamente la córnea provocando una inflamación severa (queratitis) y conjuntivitis. Los principales síntomas son una coloración roja de los ojos, picazón, dolor y visión borrosa.
"El problema es que tiene un efecto acumulativo en nuestro cristalino y nuestra retina, siendo un factor de riesgo para desarrollar cataratas y envejecimiento prematuro de los fotorreceptores, es decir, las neuronas de la retina que convierten la luz en señales para nuestro cerebro", comenta María Capote, responsable de la unidad de retina y vítreo de Cliniláser.
Estudios recientes concluyem que por cada hora de exposición al sol, el riesgo de sufrir alteraciones en la estructura del cristalino crece en 4%. Si bien el uso de los lentes de sol está vinculado al verano, debemos tener en cuenta que debemos proteger nuestros ojos con esos anteojos también durante los días nublados y lluviosos.
Los lentes de sol representan la protección que necesitan nuestros ojos, para evitar las lesiones que causan los rayos solares. Los seres humanos contamos con párpados, cejas y pestañas que son la protección natural para nuestra vista, pero esta no es suficiente y más aún en algunas situaciones.
"Si pasa mucho tiempo cerca del agua, de la arena, de la nieve o en otras áreas donde la luz se refleja intensamente en las superficies, debe considerar anteojos de sol con protección polarizada (lunas oscuras), que filtran el reflejo de luz para reducir el destello", señala la American Academy off Ophthalmology (AAO).
Según explica Juan Alberto Dios, oftalmólogo de la Clínica Internacional, los ojos achinados o el ceño fruncido reducen el ingreso de la radiación. "Cuando se utilizan lentes oscuros, ese reflejo se reduce, pero la pupila se dilata. Con el lente oscuro, en teoría, la pupila está más expuesta a que ingrese la radiación. Si no hay protección UV es más perjudicial que no ponerse nada".
Pero no necesariamente unos lentes oscuros son una barrera para los rayos ultravioleta, ellos deben cumplir algunos requisitos:
- Deberían tener una medida UV 400, el factor mínimo de protección. Eso se puede comprobar si el producto pasa por un uvómetro.
- En la escala europea de 0 al 4, podemos elegir entre 2 y 3, porque el filtro 4 ofrece lentes completamente negros que cortan la visibilidad y no sirven para actividades como conducir, aunque sí son necesarios para hacer deportes de aventura en nieve.
- Deberían cubrir la mayor cantidad del área expuesta del párpado y el mango de las gafas deberían ser anchas para bloquear la radiación que viene de los lados.
- Que no sean de plástico porque distorsionan las imágenes y pueden afectar la salud visual futura.
Comparte esta noticia