El consumo excesivo y sin consejo médico de fármacos puede generar desde una alergia leve hasta la muerte. Adultos mayores, mujeres embarazadas, niños y bebés serían las poblaciones más afectadas con esta práctica.
La automedicación se ha convertido en una práctica común de los peruanos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), más del 50% de la población consume fármacos por recomendaciones de los vendedores de farmacias o algún familiar (o amigo) y evita asistir a alguna consulta médica.
Sin embargo, esta práctica que parece inofensiva puede llegar a ser mortal. De acuerdo con el médico internista Juan Carlos Benitez, la automedicación genera daños colaterales a la salud.
“Si bien algunas medicinas son de venta libre, otras no lo son. Ese es el caso de los antibióticos y antiinflamatorios no esteroideos que sirven para aliviar dolores de cabeza o articulaciones”, explica. Benitez alerta que esos últimos pueden ser causa de gastritis o úlceras.
El ibuprofeno, uno de los fármacos más usados y de venta libre, puede modificar las funciones del riñón y llevar al paciente a una insuficiencia renal. La hipertensión es otro diagnóstico que debe ser atendido por un especialista. Evitar el consumo de fármacos de venta libre para aliviar el dolor de cabeza es importante para disminuir el riesgo de derrame cerebral.
Las mujeres emabarazadas y los bebés son también poblaciones vulnerables. En el caso de las gestantes (y de las lactantes), el consumo de medicamentos afecta no solo a la madre sino también al bebé.
El hígado y los riñones son los órganos que se ven más afectados por el consumo de fármacos. El consejo es siempre acudir a una consulta médica para que el especialista sea el encargado de determinar cuál es el mejor tratamiento para nuestro diagnóstico.
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