Aunque los meses de pandemia parecen haber sido muchos, solo conocemos al SARS CoV-2, virus causante de la COVID-19, desde hace solo 1 año, 12 meses en los que gracias a las investigaciones científicas hemos podido determinar algunas características clave de la infección para mitigar el contagio. ¿Qué sabemos hasta ahora sobre el nuevo coronavirus? Los especialistas comentan.
El 2020 se ha visto marcado por la llegada de la pandemia de la COVID-19, una enfermedad causada por un nuevo coronavirus llamado SARS CoV-2 y que ha afectado a más de 76.9 millones de personas a nivel mundial en estos 12 meses.
El virus que causó la pandemia es un tipo de coronavirus, debido a que en su estructura vista desde el microscopio se puede observar una corona de puntas alrededor de su superficie. El SARS CoV-2 viene de una familia de virus que producen una serie de enfermedades respiratorias y digestivas. En los humanos, los coronavirus causan enfermedades que van desde el resfriado común hasta males como la bronquitis, neumonía, el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS).
El SARS CoV-2 es un virus de origen zoonótico, es decir, se transmitió de un animal a un humano. Como todo virus respiratorio, el contagio se da a través de las gotículas que son expulsadas por la persona infectada al hablar, toser o estornudar.
Desde el inicio de reporte de los casos, los investigadores en el mundo comenzaron a distinguir ciertas características del nuevo coronavirus que los diferenciaban de otros agentes similares, entre ellos los síntomas y las formas de contagio de la COVID-19. Uno de los puntos claves fue determinar qué medidas de contención ayudan a prevenir el contagio.
FORMAS DE CONTAGIO Y PREVENCIÓN
Fredy Gonzales, médico patólogo clínico de SYNLAB, comenta que según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los estudios realizados en diferentes partes del mundo, “el coronavirus se propaga entre las personas principalmente cuando una persona infectada está en contacto cercano con otras personas”.
“El virus se propaga principalmente por medio de gotas respiratorias entre personas que estén en contacto cercano. El virus entra por la boca, la nariz o los ojos de las personas receptoras”, sostiene.
En cuanto a la prevención, Gonzales menciona que “nos basamos en el uso del equipo de protección personal como mascarillas, lentes, guantes, mandiles, protectores, etcétera”.
Para el especialista, las medidas de contención principales son: “el distanciamiento social a 1.5 metros de distancia, estrictos protocolos de desinfección de superficies, artículos o productos que llevamos a casa, el lavado de manos, la ventilación adecuada de los lugares que frecuentamos, etc”.
Julio Valdivia, doctor en Ciencias Biomédicas y Ciencias Biológicas y director de Bioingeniería de la UTEC, resalta que, hasta el momento, se sabe que el contagio es por mucosas nasales y orales, “por lo que es importante la protección de estas mucosas”.
“También se ha visto contagio por las mucosas de los ojos. Es importante, por ello, el lavado de manos, el uso de mascarillas, la protección de estas mucosas. Se han encontrado también vestigios de virus activos en el sistema gástricos, en las heces, esas aguas residuales parecen que tienen virus, en unos casos inactivos, pero sí podría ser una manera de contagio como cualquier otra parasitosis si alguien no se lava bien las manos”, menciona.
Agrega que “es importante para la prevención del contagio no tocar los mucosas oral, nasal y ocular”.
Por su parte, Luis Figueroa, médico patólogo clínico y miembro de la Asociación Médica Peruana de Patología Clínica, añade que existen dos formas de contagio del SARS CoV-2.
“La más importante es por vía aérea, con las gotas que salen de nuestras vías respiratorias y pueden ingresar a otras vías respiratorias. La segunda, mediante secreciones con el virus en superficies contaminadas”, menciona.
Figueroa explica que las medidas no farmacológicas han tenido resultados claves en la prevención de la COVID-19: “Uso mascarillas, distancia corporal mayor a 2 metros y correcto lavado de manos”.
SÍNTOMAS Y SECUELAS
A lo largo de los meses la lista de síntomas de la COVID-19 ha ido aumentando con el pasar del tiempo, al igual que las secuelas que quedan tras superar la infección. Al ser una enfermedad nueva en el mundo, las investigaciones aún continúan.
El doctor Gonzales explica que los síntomas de la infección por el nuevo coronavirus son variables: desde personas asintomáticas hasta pacientes que presentan cuadros graves.
“Entre las principales manifestaciones clínicas podemos nombrar: malestar general, fiebre, dolor de cabeza, congestión nasal, tos, diarrea, pérdida del gusto y del olfato, dificultad para respirar- considerado como signo de alarma-, así como las alteraciones renales, en la coagulación, cardiacas, fallo multisistémico”, comenta.
Gonzales agrega que en el punto del fallo de diversos sistemas del organismo, “es importante el estricto control de la saturación de oxígeno mediante el pulso oxímetro”.
“Una saturación de oxígeno por debajo de 93% es considerado un signo de alarma y el paciente debe acudir de manera inmediata al centro de salud para la atención correspondiente. La COVID-19 podría llegar a ser una enfermedad sistémica, es decir, que puede afectar a varios órganos del cuerpo”, explica.
“En el aspecto neurológico una de las principales secuelas es la hiposmia o la pérdida de olfato. Las secuelas cutáneas pueden ir desde pequeñas cicatrices a necrosis más extensas, debido a la afectación cardiovascular de la COVID-19, así como urticaria. Como secuela cardiológica, las miocarditis, muerte súbita, etc. También secuelas trombóticas. Como consecuencia de la COVID-19, los pacientes que no desarrollan cuadros de neumonía, con un cuadro leve, es muy probable que tengan un mejor pronóstico y no desarrollen secuelas o muy pocas”, menciona.
Por su parte, el doctor Valdivia menciona que en cuanto a los síntomas, hasta el momento, lo más frecuente en la población peruana es la pérdida del gusto y olfato.
“Al inicio de toda esta pandemia, las tres más importantes era la tos seca, dificultad respiratoria y fiebre. Esto se aúna con otro tipo de sintomatología de la gripe: escalofríos, dolor muscular, inyección ocular. Los síntomas que comenzaron a aparecer con mayor frecuencia en la población peruana: la perdida del gusto y el olfato. Estos son síntomas bastante importantes en la población (peruana)”, explica.
Valdivia menciona que en cuanto a las secuelas, se espera que un paciente se recupere totalmente, “a excepción de los que entran en un proceso grave”.
“Los pacientes que han entrado a una enfermedad severa, debido a que han tenido a veces que utilizar ventilador mecánico, se ha visto que hay una disminución del proceso por la neumonía misma, una disminución de toda la capacidad de ventilación pulmonar. Es decir, la persona tiene una menor capacidad de adaptabilidad del pulmón pues ha habido una inflamación en el pulmón, pero como todo tejido vivo se va a recuperar”, añade.
“Las secuelas dependerán de la gravedad del COVID-19. Si estuvo en UCI tendrán varias secuelas, que demorarán en recuperarse. Si no fue hospitalizado las secuelas son mínimas y todas recuperables”, explica por su parte Figueroa.
RIESGO DE CONTAGIO
Si bien todos somos susceptibles a la infección por el nuevo coronavirus, los adultos mayores y las personas con comorbilidades tienen un mayor riesgo de contraer la COVID-19.
Gonzales explica que hay que mencionar que “las condiciones de salud general y la predisposición genética hacen que la inmunidad sea muy variable en cada persona”.
“Las personas de mayor edad o con comorbilidades son las más vulnerables al coronavirus no porque tengan mayor facilidad de contagio, lo cual parece mantenerse uniforme en todas las edades, sino porque presentan más riesgo de sufrir enfermedad de coronavirus con complicaciones más graves e incluso con mayor letalidad. Esto básicamente parece deberse a que el sistema inmunológico también envejece y se ve mermado con alguna enfermedad. Al igual que todas las células y órganos del cuerpo. Esto conlleva a que nuestro sistema de defensa pierde la batalla contra el coronavirus y se presente en casos más severos en adultos mayores, que en pacientes que tienen enfermedades de fondo”, explica.
Por su parte, Figueroa menciona que “la mayoría de las personas mayores tiene otras enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión, enfermedades respiratorias, etc.”.
“Estas enfermedades no permiten responder adecuadamente a la infección por el virus, agravándose la enfermedad. Por ejemplo, las personas con obesidad tienen una inflamación corporal basal y al adicionarse el virus la inflamación se hace severa”, añade.
Asimismo, Valdivia explica que “normalmente, una prevención de enfermedades infecciosas es mucho mayor en niños que en adultos mayores”.
“En varios estudios se ha visto que, por ejemplo, la respuesta inmunológica contra el virus se ve mucho más disminuida en pacientes mayores, eso debido a diferentes moléculas como interferón. La otra es que las personas mayores tienen ya un sistema un poco más susceptible a tener cambios drásticos, dependiendo de cada persona. Entonces, la enfermedad a veces termina, pero la inflamación queda y se hace muy agresiva y se hace una hiperinflamación, que es la última etapa de la enfermedad severa de COVID-19”, sostiene.
En diciembre de 2020, una nueva variante del nuevo coronavirus apareció en Reino Unido poniendo en alerta a los científicos en el mundo. Según la información inicial, está variante es más contagiosa, pero no más letal ni causante de cuadros graves de la enfermedad. Sin embargo, como todo en ciencia, nada está escrito en piedra.
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