Ningún programa de uso medicinal de la marihuana debe empezar sin tener un fuerte componente de base de datos y de investigación, concluyen investigadores estadounidenses.
Salud
Marihuana medicinal
El potencial uso medicinal del cannabis, más conocido como marihuana, necesita de un mayor sustento científico, es decir, más estudios que avalen su recomendación médica para el alivio de ciertas enfermedades.
Investigadores de la Universidad de Oregon, en Estados Unidos, elaboraron un par de revisiones a más de 37 estudios que relacionan el empleo del cannabis en la salud. Uno de ellos referido a la aplicación de la hierba en pacientes con trastorno por estrés postraumático (después de una violación sexual, una guerra u otro evento intenso) y otro que aborda el uso en adultos con dolor crónico permanente (por lesiones en la columna, accidentes cerebrovasculares, herpes zoster o enfermedades neurológicas severas).
En ambos casos, los autores coincidieron en que la evidencia es insuficiente y limitada para sacar conclusiones sobre los beneficios y los daños de los preparados de cannabis en pacientes.
Base de datos
El uso del cannabis con fines medicinales ya está aprobado en varios estados de los Estados Unidos y en países como Uruguay, México y Canadá. En el Perú el tema todavía está pendiente de debate en el Congreso de la República.
Elmer Huerta, asesor médico de RPP Noticias, destacó que la ciencia tiene que estudiar mucho más, para que los profesionales de la salud cumplan con el objetivo de dar alivio a los pacientes.
"No es que la marihuana medicinal no sirva, sino que faltan bases científicas, más estudios para decir que funciona. Los investigadores dicen que ningún programa de uso medicinal de la marihuana debe empezar sin tener un fuerte componente de base de datos y de investigación, es decir, que en el medio local se recopilen datos, y se sepa a través del tiempo para qué afecciones puede servir. Eso será una guía para que los profesionales de la salud puedan recetar la marihuana medicinal".
Huerta explica que una base de datos consiste, por ejemplo, en colocar información básica y clave, como la edad, lugar de origen e inicio de tratamiento del paciente, entre otros. Además, consignar una evaluación en el tiempo del uso de marihuana, si funciona o no, y hacer una comparación con otros grupos. "Igual ocurre con los medicamentos para la presión, la diabetes o el cáncer. Los médicos decimos en qué casos la medicina funciona y si no, la cambiamos".
La ciencia tiene que estudiar
Para la medicación y tratamiento es clave la base científica. "Por ejemplo, el síndrome de Dravet, de convulsiones terribles en niños, tiene un estudio a largo plazo y está súper demostrado que (el cannabis) sí funciona", dice Huerta.
En otros casos todavía falta indagar más. Conocemos la situación del cantante Pedro Suárez-Vértiz, quien defiende la legalización de la marihuana de uso medicinal. Sin embargo, su diagnóstico, disartria secundaria por un síndrome neuromuscular bulbar, es una enfermedad muy rara que representa una limitación para la realización de estudios que acrediten una eficacia comprobada del uso del cannabis en comparación con otros fármacos.
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