La diabetes y la obesidad son dos factores de riesgo frente a la pandemia del nuevo coronavirus. Conoce qué recomendaciones seguir para el cuidado de pacientes con esos diagnósticos.
La diabetes y la obesidad son dos enfermedades que pueden convertir a sus pacientes en población vulnerable frente a la COVID-19. Así lo explica David León Lizama, docente de la carrera de Nutrición de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP).
Según el nutricionista, los pacientes con diabetes son personas de alto riesgo ante la COVID-19 debido a que es una enfermedad que desencadena otras y compromete la respuesta inmunológica, lo que hace que tengan mayor riesgo a la infección de distintos virus y bacterias, y a complicaciones respiratorias.
En tanto, los pacientes obesos pueden presentar dificultades en su tratamiento, ya que por su condición “tienen problemas respiratorios a causa del incremento de la grasa en los diferentes órganos comprometiendo al pulmón y su consecuente función respiratoria”.
En ese sentido, León Lizama brinda algunas recomendaciones para prevenir complicaciones en dichos pacientes durante la cuarentena.
DIABETES
1. Incrementar el consumo de líquidos. Distribuir en el día la bebida de dos litros como mínimo, sin azúcar ni calorías, para prevenir la deshidratación.
2. Controlar la glucemia. Se logra con el control de los alimentos ricos en azucares simples, lo que ayuda a disminuir el riesgo de infección y también su severidad.
3. Realizar ejercicio fortalece el sistema inmunológico. Es posible realizar actividad física en casa, mediante ejercicios fáciles, seguros y simples para evitar la exposición al virus y mantener los niveles de condición física óptimos.
4. Manejar el estrés y ansiedad. Para cuidar siempre la salud mental y emocional se recomienda realizar ejercicios de meditación como el yoga.
5. Distribuir adecuadamente los macronutrientes. Teniendo en cuenta la carga e índice glucémico de los alimentos; así como de micronutrientes y sustancias bioactivas. Consumir granos enteros, frutas enteras, verduras crudas y en menor cantidad con almidones y distintas fuentes de proteínas.
OBESIDAD
1. Mejorar los hábitos saludables de alimentación y actividad física. Consumir 5 comidas al día donde los diferentes grupos de alimentos (cereales, legumbre, carnes, etc.) estén distribuidas en cantidades adecuadas. Programar una rutina durante 30 minutos incluyendo ejercicios de fuerza y flexibilidad.
2. Incrementar el consumo de la vitamina D. Este nutriente no solo es importante en los órganos óseos; también estimula la maduración de diversas células, incluyendo a nuestras células del sistema inmunitario.
3. Consumir ácidos grasos poliinsaturados. Estos son mediadores importantes de inflamación y la respuesta inmune adaptativa. Se pueden obtener de pescados azules y vegetales como maíz, soja, girasol, calabaza, nueces.
4. Incrementar el consumo de zinc. Su función es el mantenimiento y el desarrollo de las células del sistema inmunitario.
5. Limitar el consumo de alimentos procesados. Privilegiar la incorporación de alimentos que mejoren la salud cardiovascular, por ejemplo, la ingesta de frutas y vegetales, que disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular y la mortalidad total.
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