Muchas personas aún no saben cuál es la manera correcta de usarlas y hasta los peligros que puede acarrear el no cambiarlas o lavarlas con la frecuencia apropiada.
Desde hace casi un año y debido a su nivel de protección y obligatoriedad para poder salir de casa, las mascarillas se han convertido en parte de nuestro día a día. Sin embargo, muchas personas aún no saben cuál es la manera correcta de usarlas y hasta los peligros que puede acarrear el no cambiarlas o lavarlas con la frecuencia apropiada.
Por ello, Jorge Samamé, epidemiólogo y director de investigación y laboratorio del Instituto Carrión, explica que los cuidados dependerán del tipo de mascarillas que estemos usando: desechables o de tela.
Mascarillas desechables
Este tipo de mascarillas, en ninguna circunstancia, deben ser lavadas, porque el material del que están elaboradas se degrada y pierde efectividad con el agua y el uso de detergentes.
“Las mascarillas desechables, como dice su nombre, solo deben ser usadas una vez. Lo que dure tu día de labores o el tiempo que debas exponerte a salir de casa y, una vez que se regresa deben ser desechadas, debido a que ya se encuentran contaminadas y pueden convertirse en foco de contagio”, comenta.
Mascarillas de tela
Sí pueden usarse más de una vez, sin embargo, deben lavarse correctamente después de cada puesta o, de lo contrario, al igual que las desechables, pueden contaminarse.
“La mejor manera de lavar una mascarilla de tela es, de ser posible, en la lavadora o dejarla remojar por cinco minutos con detergente o jabón, ya que ambos son eliminadores del virus. Luego se debe proceder con la rutina de lavado normal”, comentó el especialista.
Samamé también indicó que, de no lavar adecuadamente la mascarilla, existen otros riesgos para la salud además de contraer la COVID-19: “Nosotros expulsamos gérmenes de la boca que podrían quedar en nuestras manos al entrar en contacto con la tela de la mascarilla, produciendo infecciones gastrointestinales como enterocolitis por estafilococos o la influenza que circula en el ambiente”.
Por último, el epidemiólogo afirmó que rociarlas con alcohol tampoco logra desinfectarlas correctamente y dejarlas aptas para un nuevo uso.
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