La costumbre japonesa de dejar los zapatos fuera de casa previene más de 440 mil microorganismos
Dejar los zapatos en las casas es una de las tradiciones japonesas más famosas. Relacionada míticamente con evitar que las malas vibras ingresen en los hogares, esta “ley” tiene más que solo leyendas mágicas. Un estudio de la Universidad de Arizona, liderada por el microbiólogo Charles Gerba, analizó un par de zapatos durante dos semanas y concluyó que más de 440 mil bacterias se ubican en esta prenda.
Y sí, dejar los zapatos fuera de casa como los asiáticos y una limpieza constante pueden prevenir el ingreso de microorganismos en nuestras viviendas. La investigación explica que la mayor cantidad de bacterias se ubican en la suela del zapato, una parte que está en contacto constante con materia fecal en parques, calles y autobuses.
Las principales bacterias que se pueden encontrar en los zapatos tienen relación con infecciones digestivas. Las más frecuentes son Escherichia coli, que origina síntomas como diarrea o meningitis y Klebsiella neumonía, microrganismo causante de la neumonía y algunas infecciones en la sangre, atacando directamente a los glóbulos blancos.
El número de bacterias encontradas en la suela de los zapatos es, informa el estudio, superior al que se encuentra en un baño público, especialmente en el inodoro. Su constante contacto con la tierra y aguas estancadas lo convierten en un medio ideal para la propagación de virus y bacterias.
Pero, no solo dejar los zapatos fuera de casa es una forma de evitar su efecto negativo, sino también la limpieza. Una forma fácil y económica de reducir el impacto en nuestra de las bacterias ubicadas en los zapatos es lavarlos con detergente. Este simple acto ayuda a eliminar el 90% del total de microorganismos.
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