Si bien ir más allá de esta edad tiene desventajas, no se trata de una barrera inquebrantable.
Luego de los 30 años la mayoría de personas se sienten más realizadas. Para algunas mujeres ese momento se convierte en una etapa clave, pues deciden convertirse en madres. Si bien esto podría considerarse una ventaja, no es lo más recomendado por los expertos.
“La edad óptima para que una mujer quede embarazada es antes de los 30 años, debido a que con el paso del tiempo los óvulos que nacen con cada mujer, van adquiriendo su edad. Por lo tanto, van a tener cada vez menores posibilidades de llevar un niño saludable a la casa”, explicó en el programa "Sin vueltas" Jeanette Marchena, médico gineco-obstetra de la Clínica Delgado.
El embarazo es un proceso delicado que requiere de apoyo constante, tanto de los familiares como de los asesores médicos. Ninguna mujer está impedida de realizarlo en su adultez, si así lo quisiera, y como cualquier decisión difícil esta viene con sus ventajas y desventajas.
“Una desventaja de la maternidad tardía es que disminuyen las posibilidades de que la mujer pueda quedar embarazada. Además, la búsqueda va a afectar desde el punto de vista psicológico y emocional a la pareja, y también a su economía”, comenta Marchena.
“Una ventaja es que la pareja (mayor de 30) ya tiene una estabilidad financiera, social, personal y podría brindarle a un bebé mejores condiciones. Sin embargo, es conveniente que una mujer que desea ser madre después de los 35 años se acerque a un servicio de salud reproductiva para que pueda recibir consejos”, advierte la experta.
Es rescatable la parte social, pues a una edad adulta y madura la persona no se preocupa con la misma intensidad por su vida entre amigos. Esa necesidad de una vida social disminuye porque ya se experimentó cuando había menos responsabilidades, lo cual significa que hay más espacio para la crianza de los hijos.
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