El hipotálamo, y no el corazón, es el lugar dónde se origina el enamoramiento.
Vivir bien
David Lira, neurólogo del Instituto Peruano de Neurociencias, explica que el amor es un proceso biológico que se inicia con una atracción física y tiene su raíz fisiológica en el hipotálamo.
Sentir mariposas es, para muchos, el signo más claro del enamoramiento, según la cultura popular. Sin embargo, para la ciencia, las responsables directas del amor son la oxitocina, la dopamina y la vasopresina, neurotransmisores nacidos en el hipotálamo.
El amor de pareja dura aproximadamente 3 años, según estudios científicos, y es definido como una experiencia altamente gratificante que se ha visto modificada con el proceso evolutivo.
“Este tipo de apego activa regiones específicas (del cerebro), así como zonas en el sistema de recompensa. Desactiva emociones negativas, juicio social y ‘mentalización’, es decir, la evaluación de las intenciones y emociones de otras personas”, explica el artículo científico “La neurobiología del amor” publicado por Semir Zeki.
David Lira, neurólogo del Instituto Peruano de Neurociencias, explica que el amor es un proceso biológico que se inicia con una atracción física y tiene su raíz fisiológica en el hipotálamo, situado en la zona central del cerebro que controla el funcionamiento del sistema nervioso. Esto quiere decir que el amor que sentimos es más cerebral que un tema del corazón.
Así es el amor. El enamoramiento es proceso neurobiológico que tiene como principal síntoma una sensación de placer. Para Lira, estar enamorados genera un sentimiento de placer al ver al ser amado.
El concepto de amor eterno, nacido en la Edad Media, no es real, según comenta el psicólogo Christian Martínez. Para el especialista, el amor puede ser interpretado por cada uno como un grupo de sentimientos que nos dan placer.
La neurobiología del amor expone que son cinco las áreas cerebrales involucradas. “En la corteza, la ínsula medial, el cíngulo anterior y el hipocampo; y, en el subcortex, partes del estriado, además del núcleo accumbens, que en conjunto constituyen regiones centrales del sistema de recompensa”, comenta el artículo.
Martínez agrega que los síntomas del amor se manifiestan de manera particular en cada persona, dependiendo de sus historias amorosas y sus expectativas. Añade que el amor activa las mismas zonas cerebrales que las drogas, cuando está en la etapa inicial del enamoramiento.
El psicólogo explica que el ‘desencantamiento’ en la época del enamoramiento puede llevarnos a terminar una relación amorosa o a llevarla a la siguiente etapa. La ciencia ha hablado. Ame con el hipotálamo y no solo con el corazón.
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