Un estudio revela que la proximidad a espacios verdes beneficia el desarrollo cognitivo de los niños y niñas.
(Agencia N+1/Hans Huerto). La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda 9 m2 de áreas verdes por ciudadano en zonas urbanas. No solo por el relax y la limpieza del aire que desempeña la vegetación, sino también por la posibilidad de realizar actividad física en sus entornos. De hecho, la OMS indica que estimaciones recientes muestran que la inactividad física, vinculada a la poca transitabilidad y la falta de acceso a áreas recreativas, representa el 3,3% de las muertes globales.
Pero una reciente investigación del equipo de ISGlobal, publicada en la revista Environment Health Perspectives, señala que las áreas verdes además pueden beneficiar el desarrollo del cerebro, aunque la evidencia científica en la infancia es todavía limitada.
Escenario positivo para la cognición. Un estudio anterior de ISGlobal ya indicaba que los espacios verdes dentro y alrededor de las escuelas podrían mejorar el desarrollo cognitivo de los niños y niñas entre 7 y 10 años.
Para extender el espectro de los resultados, se estudió el impacto de las áreas verdes alrededor de las viviendas en el desarrollo cognitivo de los niños y niñas, desde su nacimiento y en etapas más tempranas de su vida, constituyendo este estudio el primero en su tipo.
Caso experimental. El análisis se basó en datos de 1,500 niños y niñas de las cohortes de nacimiento del Proyecto INMA (Infancia y Medio Ambiente) en Sabadell y Valencia, España, recogidos entre 2003 y 2013.
Se analizó la cercanía de la vivienda a los espacios verdes -100, 300 y 500 metros-, en el momento del nacimiento, a los 4 o 5 años, y a los 7 años. Se realizaron dos evaluaciones de la capacidad de atención a los 4-5 y a los 7 años de edad.
Los resultados. Ello arrojó que los niños con mayor exposición a espacios verdes cerca de sus casas presentaban mejores resultados en las pruebas de la capacidad de la atención. Jordi Sunyer, coordinador del estudio y jefe del programa de Salud Infantil de ISGlobal, apunta que "la posibilidad de que la exposición a diferentes tipos de vegetación tenga diferentes impactos en el desarrollo neurológico sigue siendo una pregunta abierta para futuros estudios".
"Los espacios verdes en las ciudades promueven vínculos sociales y actividad física, así como también disminuyen la exposición a la contaminación del aire y el ruido. Por tanto, son imprescindibles para el desarrollo de los cerebros de las nuevas generaciones", añade el coordinador del estudio.
Comparte esta noticia