Los estudiantes deben aprender que sus derechos terminan cuando empiezan los de los demás y que no deben hacer a los demás lo que no quieren que les hagan a ellos.
El mejor camino es promover la convivencia escolar democrática, participativa e intercultural. Cuando los estudiantes se conocen a sí mismos y a los demás, y se respetan, es más fácil prevenir cualquier tipo de acoso y de violencia en las escuelas, explica el profesor Francisco Marcone, responsable del equipo de Convivencia del Ministerio de Educación (Minedu).
La tarea empieza comprometiendo a los estudiantes con la convivencia pacífica y motivándolos a participar en la elaboración de las normas de convivencia en el aula. Se debe crear un ambiente de respeto y solidaridad en el aula para que los estudiantes se sientan seguros. Las sesiones de tutoría constituyen una oportunidad importante para fortalecer la participación y desarrollar sesiones dedicadas a las habilidades socioemocionales, precisa.
Promover espacios de diálogo con los estudiantes sobre sus derechos y sobre sus deberes. Los estudiantes deben aprender que sus derechos terminan cuando empiezan los de los demás y que no deben hacer a los demás lo que no quieren que les hagan a ellos.
Además, explica, es importante informar a los escolares que pueden reportar un incidente de violencia en el “SíseVe: Contra la violencia escolar” una plataforma virtual que permite la atención del caso y la confidencialidad de la persona que reporta, que puede ser una víctima o testigo de un hecho de violencia.
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