Los huaicos se registran con mayor frecuencia en las zonas aledañas a ríos, quebradas, lagos y lagunas, y es en esta época -entre diciembre y abril- que las lluvias intensas suelen activarlos.
El 16 de marzo, según información de INDECI y el COER, las intensas lluvias ocasionaron un huaico en el distrito de Ocobamba, provincia de La Convención (Cusco) que colapsó dos viviendas y dañó otras cuatro. Una semana antes, el 09 de marzo, un huaico en el distrito de Ticapampa, provincia de Recuay (Áncash) generó riachuelos en las calles y una vivienda resultó inundada. Y a fines de febrero, la activación de la quebrada Cuchilla en el distrito Pólvora, ubicado en la provincia de Tocache (San Martín) dejó 17 viviendas inhabitables, 1 persona herida y 700 metros de carretera afectada.
Cada año, en nuestro país, ocurren cientos de emergencias, ya sean por peligros de origen natural o inducidos por la acción humana. De acuerdo con el Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), solo el 2021 se produjeron más de 200 emergencias por huaicos en el país, y es en estas fechas —entre diciembre y abril— donde la temporada de lluvias suele activar las quebradas en distintas zonas del país y ocasionar los huaicos que acabamos de mencionar.
Por esa razón, es importante tomar consciencia sobre cómo un adecuado plan de prevención y gestión de riesgo puede evitar que un fenómeno natural se convierta en un gran desastre, con efectos perjudiciales en la vida de los ciudadanos.
Asimismo, es importante entender que la intervención humana puede aumentar la frecuencia y la severidad de los eventos naturales. En el caso de los huaicos, la falta de planificación urbana y la deforestación de las quebradas para la construcción de viviendas son algunas de las acciones que nos colocan en situación de vulnerabilidad.
¿Cómo saber que estamos ante la llegada de un huaico?
El huaico es una mezcla de lodo y piedras que avanza, en la mayoría de los casos ocupando los cauces de quebradas secas; es decir, zonas donde solía correr agua, pero que ahora permanecen secas la mayor parte del año.
De esta manera, aspectos como la ubicación geográfica de nuestras viviendas y la temporada climática del año nos deben poner en alerta sobre la posible llegada de un huaico. Además, es necesario prestar atención a señales naturales como, por ejemplo, el aumento de agua turbia, la subida repentina del caudal de agua o un fuerte ruido acercándose, similar al que producen muchos camiones en carrera.
Algunos factores que nos indican que podemos estar ante la llegada de un huaico:
Temporada de lluvias
Los huaicos se registran con mayor frecuencia en las zonas aledañas a ríos, quebradas, lagos y lagunas, entre otras fuentes de agua. Además, generalmente ocurren durante el período de lluvias, entre diciembre y abril, cuando por su gran frecuencia e intensidad llegan a remover las capas débiles del suelo y terminan causando enormes daños a su paso.
Presencia del Fenómeno El Niño
Las lluvias tienen una mayor intensidad en la costa norte, centro y sur del Perú durante el Fenómeno El Niño. Este fenómeno océano-atmosférico se caracteriza por el calentamiento de las aguas superficiales del Océano Pacífico Central o frente a las costas de Ecuador y Perú que provocan el incremento de la nubosidad y finalmente genera lluvias intensas en la zona norte del país.
Cabe mencionar que el Fenómeno El Niño, entre enero y marzo de 2017, afectó a 1,9 millones de personas en Perú, según datos de Unicef. Este impactó con inundaciones en más de la mitad de las zonas costeras en nuestro país, incluyendo Tumbes, Piura, Lambayeque, La Libertad, Áncash, Lima e Ica; siendo Piura la más afectada. Asimismo, ocasionó deslizamientos y huaicos en Cajamarca, Ayacucho, Arequipa, Huancavelica, Junín y Loreto.
Zona geográfica vulnerable
Según el Mapa de Vulnerabilidad Física del Perú, los peligros naturales se encuentran distribuidos en todo el país, diferenciándose por las características de las regiones. Por ejemplo, en la costa, los fenómenos de mayor frecuencia son los huaicos y las caídas de rocas; mientras que la zona altoandina, debido a su compleja geografía es vulnerable a deslizamientos, caídas de rocas y derrumbes. De igual forma, en zonas de la selva baja prevalecen otros fenómenos como las inundaciones.
Si nos encontramos en algunas de estas zonas –como laderas de cerros, los cauces y las riberas de los ríos– seremos más propensos a ser afectados por las inundaciones o los huaicos. Por ello, es necesario revisar qué fenómenos naturales impactaron anteriormente en el lugar donde vivimos, los daños que generaron y cómo se respondió ante estos.
¿Cómo podemos prepararnos?
De acuerdo con INDECI, antes de que llegue la temporada de lluvias, debemos coordinar con nuestras autoridades sobre los posibles riesgos. Asimismo, debemos organizarnos y trabajar en comunidad para armar un sistema de vigilancia o de alerta en las quebradas.
Del mismo modo, entre los miembros de la familia también es importante contar con un plan de emergencias donde todos sepamos qué hacer antes, durante y después de un huaico. Para prepararte ante la llegada de un huaico ten en cuenta las siguientes recomendaciones:
1. Infórmate si previamente han ocurrido huaicos o aluviones en la zona donde vives. Procura no habitar lugares expuestos a estos peligros y, si te encuentras en una zona vulnerable, busca información sobre cómo fue la evolución del huaico o aluvión que ocurrió en tu comunidad.
2. Prepara con tu familia el Plan Familiar de Emergencia considerando el peligro de huaicos o aluviones.
3. Mantente informado de las noticias oficiales que publican los Centros de Operaciones de Emergencia, Oficinas de Defensa Civil o instituciones técnico-científicas como el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (SENAMHI).
4. Arma tu Combo de Supervivencia, integrado por la Mochila para Emergencia y Caja de Reserva. No olvides incluir mascarillas, alcohol en gel y otros artículos según las necesidades de tu familia.
5. Coordina con tus vecinos y la oficina de Gestión del Riesgo de Desastres o Defensa Civil de tu distrito para organizar tareas comunitarias que reduzcan el riesgo como, por ejemplo, sembrar árboles que sirvan de barrera natural.
6. Identifiquen rutas de evacuación, zonas seguras y puntos de reunión en caso de huaicos y aluviones. Recuerden que deben estar en zonas altas y señalizados. En caso sea necesario, participen en la implementación de un Sistema de Alerta Temprana ante huaicos y aluviones.
7. Organicen la vigilancia de las quebradas y simulacros ante huaicos y aluviones.
8. Implementen un almacén comunitario con agua y alimentos, palas, barretas y picos que servirán para responder y recuperarse.
Recuerda que frente a estos fenómenos es importante nuestro rol de respeto a la naturaleza y la ejecución de acciones a largo plazo como el cuidado de las plantas y árboles que nos protegen ante deslizamientos, derrumbes, huaicos y aluviones.
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