Jóvenes quechuahablantes de Huancavelica y Apurímac pueden conocer el mundo laboral y las oportunidades que existen en su lengua materna gracias al proyecto de la joven diseñadora, Lesly Paraguay.
El quechua es considerado la lengua originaria más hablada del Perú con cerca a 4 millones de ciudadanos que lo tienen como lengua materna; sin embargo, según datos del Ministerio de Educación, muchas de sus variedades hoy se encuentran en peligro. Para hacer frente a esta situación, existen personas como Lesly Paraguay de la Cruz, diseñadora gráfica de 25 años, que trabaja para revalorar la identidad andina y el quechua.
El amor que siente por sus raíces hizo que Lesly, junto con otros cuatro profesionales, fundaran el proyecto Illari Quechua. “Nace desde la conversación reflexiva de un equipo de jóvenes interesados en brindar talleres de orientación vocacional a jóvenes quechuahablantes que no podían acceder fácilmente a estas oportunidades. Les hablamos en su lengua materna para reivindicar la identidad cultural”, cuenta la joven.
La historia de Lesly Paraguay comienza en el centro poblado de Pichiu, distrito Andaymarca, de la provincia Tayacaja, en Huancavelica. Allí concluyó sus estudios secundarios hablando quechua y fue solo hasta la edad de 17 años que aprendió a hablar castellano, cuando inició sus estudios superiores en Lima.
“Me costó bastante aprender a hablar castellano, pero lo hice leyendo muchos libros y escuchando atentamente. Al inicio tuve problemas, me daba vergüenza hablar porque lo hacía mal”, recuerda Lesly, quien ahora debido a la pandemia, trabaja de forma remota en una empresa tecnológica transnacional.
No obstante, el contexto actual también le permitió regresar a su comunidad y al ver que los niños ya no querían hablar su lengua originaria por temor a la discriminación, decidió ser parte de la solución. Así, aprovechó sus contactos con muchos profesionales y puso en marcha su proyecto, donde gracias a la tecnología, realizan charlas para compartir con los más jóvenes cómo descubrieron su vocación y cómo lograron sus metas.
Illari Quechua continúa creciendo y ha tenido éxito, pues desde el 2020 ha convocado a más de 100 voluntarios profesionales y especialistas, quienes a través de sus charlas de orientación vocacional permiten que niños y jóvenes quechua hablantes conozcan el mundo laboral y las oportunidades de desarrollo en su lengua materna.
Asimismo, para financiar sus actividades enseñan quechua a quien desee aprender, lo que les ha permitido llegar a otros lugares, como al centro poblado de Huaranhuay, también en Huancavelica y a la comunidad de Trujipata, en Apurímac.
En esta iniciativa también es muy valiosa la asistencia de los padres de familia, que con el tiempo habían visto cómo sus hijos dejaban de hablar y escribir en quechua, pensando que no era tan importante. “Estamos muy agradecidos con este proyecto. Antes desconocíamos la existencia de muchas carreras. Nuestros hijos ahora ya saben qué estudiar y cómo postular a las becas que ofrece el Estado peruano”, señala Valerio Madiano Ochoa, padre de familia de la comunidad Trujipata, en Apurímac.
Para Lesly ha sido muy gratificante saber que los jóvenes se están uniendo a Illari como voluntarios porque comprenden la trascendencia de su labor. “Mi sueño es que ningún niño quechua en el Perú se avergüence de nuestra lengua, sino que la ame. ¡Yo voy a seguir trabajando por este objetivo!”, concluye la joven, esperando llegar a más lugares del país.
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