¿Qué tan seguras y efectivas son las vacunas contra la COVID-19 y en qué se diferencian?

Vacunarse es la mejor forma de protegernos y proteger a los demás contra la COVID-19. Hasta el 8 de julio, el gobierno peruano confirmó haber firmado acuerdos para recibir un total de 48 millones 200 mil dosis de vacunas contra la COVID-19 por parte de los laboratorios Sinopharm, Pfizer/BioNTech y AstraZeneca, así como con el mecanismo COVAX Facility. Además, recientemente ha sido autorizada la vacuna Johnson & Jhonson para ser utilizada en Perú y también se anunció la adquisición de la vacuna Sputnik V del Fondo Ruso de Inversiones Directas.

Frente al arribo de varios tipos de vacuna elaborados por diferentes laboratorios es posible que tengamos dudas sobre su eficacia y cuál conviene aplicarnos. Al respecto, es importante resaltar que la estrategia de vacunación en nuestro país es territorial, se realiza en fases de acuerdo a la vulnerabilidad de las personas y a las vacunas disponibles según su llegada.

Asimismo, para contar con las vacunas contra la COVID-19, todos los países han revisado exhaustivamente los estudios clínicos antes de decidir su aplicación dentro de su territorio y la Organización Mundial de la Salud (OMS) también coordina con distintos organismos técnicos independientes que examinan la seguridad de las mismas. Por ello, las autoridades de salud recomiendan vacunarse con la primera vacuna a la que tengamos acceso porque todas son seguras y tienen una buena efectividad en el desarrollo de inmunidad.

Eficacia y efectividad de las vacunas

Es importante diferenciar entre la eficacia y la efectividad de las vacunas, ya que de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la eficacia se mide según el resultado de un estudio realizado en condiciones ideales, como los ensayos clínicos. En cambio, la efectividad se obtiene tras estudios hechos en condiciones típicas y normales, no tan controladas.

En el caso de la vacuna de Sinopharm, esta tiene una efectividad de prevención del contagio del 79% y requiere de dos dosis, colocadas con 3 semanas de diferencia. Con la vacuna de Pfizer/BioNTech, tras las dos dosis respectivas, se ha comprobado su efectividad en un 95%; y la de AstraZeneca, también con dos dosis, ha mostrado una efectividad del 70%. En ese sentido, todas superan el 50% de efectividad al prevenir el contagio, que es el mínimo requerido según criterios de la Organización Mundial de la Salud para ser aprobadas.

Además, es importante resaltar que si hablamos de riesgo de enfermedad severa y/o muerte por Covid-19, estas vacunas tienen una efectividad muy cercana al 100%.

¿Cuál es la diferencia entre las vacunas de Sinopharm, Pfizer y AstraZeneca?

Las vacunas, además de por su efectividad, se pueden diferenciar por los componentes que utilizan para provocar la respuesta inmune contra la COVID-19 en el ser humano y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), pueden agruparse en los siguientes tipos:

Vacuna de virus inactivo

Utiliza el virus de la COVID-19, pero en una versión inactiva; es decir, que no infecta ni se reproduce, para que el cuerpo lo identifique y desarrolle una respuesta inmune. Este es uno de los métodos más antiguos para elaborar vacunas e inmunizar contra enfermedades virales.

La vacuna de Sinopharm funciona de esta manera y requiere de dos dosis de aplicación.

Vacuna genética

Trabaja con la secuencia genética de la COVID-19 y la usa para hacer que nuestro organismo produzca proteínas que hubieran estado en la superficie del virus. Así, nuestras defensas las reconocen como ajenas, y cuando ingresa el virus con estas proteínas, nuestro sistema inmune lo ataca.

La vacuna de Pfizer/BioNTech utiliza la secuencia genética de ácido nucleico (“burbujas” de grasa portadoras de información genética) y requiere de dos dosis.

Vectores virales

Usa un virus modificado como vehículo para introducir genes del COVID-19 en el cuerpo y lograr una respuesta inmune. Es un mecanismo similar al anterior, sólo que en el caso de la vacuna genética, la secuencia está en una “burbuja” de grasa, mientras que en la vacuna de vector viral, la secuencia está dentro de un virus modificado.

En este método, se toma cierto tipo de adenovirus “cargados” con una parte del material genético del coronavirus, tan pequeña que es incapaz de desarrollar la enfermedad, pero sí de ser “leída” por el organismo como extraña.

AstraZeneca utiliza este método y requiere de dos dosis. Se estima que este año lleguen a nuestro país lotes de esta vacuna para continuar con el plan de inmunización.