Conoce la iniciativa que busca darle un nuevo sentido a los residuos y lograr que se conviertan en un vehículo de transformación social y ambiental.
¿Qué pasa con los residuos de los grandes restaurantes? Un día, Andrea Rivera, Chacho Wu y Pipo Reiser, vieron cómo la comida que quedaba en los platos terminaba en el tacho de basura y encontraron un problema: los restaurantes peruanos desperdician inmensas cantidades de alimentos. Además, actualmente el Perú enfrenta un serio problema al producir aproximadamente 30 mil toneladas de residuos sólidos diariamente. Es decir, un kilogramo de residuos por persona cada día y sumados, llenan el equivalente de tres mil camiones grandes por día.
Por esta razón, los amigos decidieron poner manos a la obra y empezaron a investigar, quedándoles cada vez más clara la urgencia por hacer un cambio radical en un sistema que es actualmente insostenible. Así, gracias a este grupo de peruanos que decidió hacer algo al respecto, nació Sinba, un proyecto con la intención de crear una solución práctica, usando la tecnología para replicar los ciclos de la naturaleza.
En la naturaleza no existe la basura y todo lo que genera se convierte en insumo para otro organismo, un concepto importante para la sostenibilidad y la base de lo que se conoce como economía circular. Por ejemplo, de miles de toneladas de residuos que contaminan en los más de 1 500 botaderos y 52 rellenos sanitarios en el país, podríamos aprovechar más del 80%. Sin embargo, hoy solo aprovechamos el 2% y el resto termina por afectar la salud de las personas, agravando el cambio climático y dañando los ecosistemas.
¿Cómo funciona este emprendimiento?
Sinba provee programas educativos, recolecta y reaprovecha residuos de cocina, comida desechada y subproductos orgánicos como alimento animal y abonos; y materiales reciclables como plástico, cartón, botellas, metales encuentran una nueva vida en colaboración con recicladores formales. De esa manera, Sinba logra reducir hasta en 90% los residuos desechados y la contaminación asociada, dándole una nueva vida y generando un impacto positivo la sociedad y al planeta.
Para lograr el cambio, Sinba trabaja un ciclo de cuatro fases: empieza por el programa de “Empresas y Hogares #sinbasura”, quienes implementen mejores prácticas en la gestión de residuos; una alianza con recicladores para recolectar, transportar y entregar los residuos orgánicos que serán posteriormente procesados y reciclados; una biofábrica donde los residuos orgánicos se transforman en alimento animal mediante un proceso biotecnológico; y finalmente, granjas certificadas, con quienes comercializan el alimento para sus animales.
Hoy, unos años después, Sinba es un emprendimiento social y empresa B certificada –calificación otorgada a las que destacan por contribuir al mejoramiento de las condiciones ambientales y sociales del mundo– con el propósito de continuar trabajando por un mundo sin basura, donde nada sobra y nadie sobra.
Asimismo, ha logrado dar nueva vida a más de 2 mil toneladas a través del programa de “Empresas & Hogares #sinbasura”, un servicio para que los limeños puedan gestionar sus residuos de manera responsable. Sobre todo, en un contexto donde la COVID-19 nos ha obligado a repensar nuestra relación con el entorno y la sociedad.
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