Conseguir un arco de niebla para una fotografía se ha convertido en una obsesión para algunos artistas. ¿Existen? ¿Cómo se forman?
Los arcoíris blancos se han convertido en uno de los fenómenos más buscados por aficionados de la fotografía en los últimos años. Su particularidad y rareza los convierten en protagonistas invaluables de una hermosa toma.
Los arcoíris albinos, como también son llamados, no son muy diferentes a los normales, solo necesitan una condición distinta para aparecer. Para que se produzcan, la luz debe pasar por pequeñas gotas de agua de niebla, las cuales son 100 veces menores en tamaño que el agua de lluvia común.
A diferencia de los arcoíris normales, la luz no se refracta, sino se dispersa, por lo que las ondas de luz no se separan en los siete colores convencionales. En su lugar, todos se superponen y nos brindan este curioso efecto.
Por ejemplo, Melvin Nicholson, fotógrafo de la localidad de Rannoch, Escocia, pudo capturar esta impresionante fotografía:
El arco de niebla, nombre con el que también se conoce al fenómeno, de la imagen fue captado en el refugio nacional de fauna salvaje Red Rock Lakes, por James Perdue:
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