Con 13.3 metros de largo y un peso que supera las 10 toneladas, Hubble es capaz de captar impresionantes imágenes del universo.
El reconocido telescopio espacial Hubble, un proyecto conjunto de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), cumple nada menos que 30 años de funcionamiento en órbita. A lo largo de estas tres décadas de vida, este aparato ha participado en muchos de los avances más espectaculares realizados hasta ahora sobre el cosmos.
La NASA compartió este viernes las imágenes de un nacimiento estelar producido en una galaxia vecina. La nebulosa roja (NGC 2014) y su contigua azul (NGC 2020) pertenecen a una región de formación estelar en la Gran Nube de Magallanes.
El 24 de abril de 1990 se produjo el lanzamiento de Hubble, lo que significó la primera puesta en órbita de un telescopio espacial. Es un aparato de 13.3 metros de largo (como un gran autobús), con un diámetro que supera los 4 metros y que pesa algo más de 10 mil kilogramos. Los científicos decidieron que ejerciera sus observaciones en la órbita baja de la Tierra, a 547 kilómetros del planeta. Hubble viaja a unos 27,000 kilómetros por hora, por lo que tarda en completar una vuelta a la Tierra 95 minutos.
Entre sus principales cualidades, destaca su sensibilidad a la luz ultravioleta a través de infrarrojos y su velocidad a la hora de transmitir datos a los responsables de la misión: transmite alrededor de 140 gigabytes de datos científicos cada semana.
Con el fin de tomar imágenes de objetos débiles, distantes, Hubble debe ser extremadamente estable y preciso. Según han señalado desde la NASA, hasta ahora, Hubble ha realizado más de 1.2 millones de observaciones y sus datos han protagonizado más de 12,800 artículos científicos. Así, los expertos destacan que es uno de los instrumentos científicos más productivos jamás construido.
Y es que, aunque Hubble no viaja a las estrellas, los planetas o galaxias, sí que toma fotos detallados de ellos mientras rodea la Tierra. A lo largo de estos 25 años, ha viajado más de 3,600 millones de kilómetros a lo largo de una órbita del planeta.
Fuera de la bruma de la atmósfera, Hubble puede ver objetos astronómicos con un tamaño angular de 0.05 segundos de arco, que es como ver a un par de luciérnagas en Tokio desde una casa en Maryland (Estados Unidos).
Entre sus principales logros destaca su capacidad para 'asomarse' al pasado lejano del cosmos, a lugares más de 13,400 millones de años luz de la Tierra. Como cuando en 2002, tras ser equipado con una potente cámara avanzada, encontró 25 supernovas cuya luz había estado viajando por muchos miles de millones de años.
"Hubble también ha demostrado que esencialmente en el centro de cada galaxia hay un agujero negro supermasivo y también nos ha demostrado que existe una relación entre la masa del agujero negro y la masa del bulbo de estrellas alrededor de la galaxia" ha explicado Mario Livio, astrofísico del STScI.
La NASA destaca la investigación de Hubble sobre exoplanetas y la búsqueda de firmas biológicas en estos, es decir, las firmas que sólo se pueden formar por la vida. "La primera detección de una atmósfera de un planeta extrasolar se hizo con Hubble mirando a través de la transmisión de luz de ésta, en la que detectó absorción de sodio", ha recordado la agencia espacial estadounidense.
Con información de Europa Press
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