Más de 4 mil personas postularon para ser voluntarios en este experimento, pero solo cuatro fueron elegidos. Con esta misión, la NASA espera aprender más sobre los futuros viajes a Marte.
La colonización humana de los planetas vecinos es un objetivo que la NASA se toma muy en serio. Tanto que ha encerrado a cuatro personas en una pequeña réplica de Marte en sus laboratorios en Estados Unidos para estudiarlos y poder hacerlo realidad.
Este domingo, la agencia espacial norteamericana encerró a cuatro voluntarios, elegidos entre más de 4 mil, para que vivan en un pequeño hábitat impreso en 3D del Centro Espacial Johnson como si fuera “Marte”.
Marte en la Tierra
Los escogidos fueron Ross Brockwell, ingeniero de vuelo; Kelly Haston, comandante; Nathan Jones, oficial médico; y Anca Selariu, la oficial científica.
Su elección fue “como la de un astronauta”, señala la Dra. Suzanne Bell, líder del Laboratorio de Rendimiento y Salud del Comportamiento en el Centro Espacial Johnson.
Entre los requisitos que debían cumplir era tener un título en una carrera STEAM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), así como experiencia profesional en el campo, además de experiencia de pilotaje y entrenamiento militar. Además, debían pasar por pruebas físicas y psicológicas a las que también pasan los candidatos a astronautas.
Estas personas serán claves para el estudio de los viajes espaciales y la futura colonización de Marte. Su misión ha sido denominada “tripulación planificada de exploración analógica de rendimiento y salud” o CHAPEA.
Hay varios retos que se probarán desde este campo privado de 200 metros cuadrados y el resto de la agencia.
Por ejemplo, Bell recuerda que hay una distancia de 225 millones de kilómetros entre el Planeta Rojo y nuestro hogar, lo que dificulta la comunicación con un retraso de 22 minutos.
"Entonces, el control de misión ni siquiera se enterará de un problema hasta 22 minutos después de que ocurra. Esto requiere que la tripulación trabaje con niveles de autonomía sin precedentes, y tendrán que resolver el problema por su cuenta", dijo. "Tendrán que determinar qué elevan de regreso al grupo control y esperar 44 minutos para recibir la respuesta. Y esa es exactamente una de las cosas que estamos tratando de replicar".
"Elegimos específicamente a las personas que esperamos tener éxito juntos, cuidadosamente evaluadas, y realmente tenemos claro que tienen la capacidad de trabajar en equipo", dijo Bell. "Entonces, nuestros objetivos son realmente sobre optimizar la salud y el rendimiento humanos".
¿Qué comerán?
De acuerdo con la NASA, la tripulación comerá alimentos liofilizados, termoestabilizados y no perecederos, pero como no simulan la gravedad marciana (38 % de la gravedad de la superficie de la Tierra), no tendrán que usar un inodoro especial.
El control de la misión les indicará que realicen investigaciones científicas, realicen trabajos de mantenimiento en el hábitat y mantengan sus cultivos de alimentos frescos.
Pero la propia agencia sabe que no será un camino difícil e, incluso, saben que aparecerán problemas inesperados para los tripulantes, pero no para la agencia.
"Si te dijera qué son, no sería una sorpresa", refirió Bell a collectSPACE. "Gran parte de nuestro enfoque es simplemente con las restricciones de recursos. Entonces, si las personas no pueden elegir lo que hay en su menú, ¿cómo afecta eso a su salud? Ese es el tipo de cosas en las que nos enfocamos para esta serie de misiones. Esa será una gran línea de base para que luego continuemos explorando todas estas diferentes posibilidades nuestras".
Los voluntarios "verán la Tierra" nuevamente el próximo 25 de mayo de 2024.
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