Pese a que, al final, el descubrimiento de fosfina en la atmósfera de Venus terminó en una polémica, los científicos aún consideran que es un planeta con grandes posibilidades de albergar vida.
Ingenieros de Roscosmos y la Academia de Ciencia de Rusia han comenzado a diseñar la estación interplanetaria automática Venus-D, primera de una serie de misiones al planeta desde 2029.
"Nos estamos embarcando en la ingeniería de diseño. Se llevó a cabo una reunión importante entre RAS y la gerencia de Roscosmos; tomamos una serie de decisiones, en particular, sobre el programa Venus", dijo a TASS el director del Instituto de Investigación Espacial de la Academia de Ciencias de Rusia (RAS), Lev Zelyony, y agregó que las negociaciones con los contratistas están en marcha.
Según el científico de RAS, los principales contornos del programa ruso Venera tomarán forma durante la planificación del diseño. La primera etapa de la exploración planetaria será el lanzamiento de la estación interplanetaria automática Venus-D. Los contratistas del proyecto son Lavochkin NPO y el Space Research Institute. La planificación del diseño puede llevar dos años, especuló Zelyony.
"Esperamos que la primera nave espacial vuele a Venus en 2029", dijo el científico. Rusia recuperaría así la iniciativa en la investigación de Venus, donde varias naves soviéticas aterrizaron hace décadas.
El programa Venus tiene como objetivo traer el suelo del planeta a la Tierra. Se llevará a cabo después del aterrizaje, la exploración del área de aterrizaje y el examen de la muestra de suelo.
En 2020, Zelyony dijo a TASS que Rusia planea un nuevo programa de exploración de Venus, que involucrará el lanzamiento de al menos tres naves espaciales científicas. El Venus-D se convertiría en la primera expedición, programada para fines de la década de 2020.
Anteriormente, el director ejecutivo de Roscosmos, Dmitry Rogozin, dijo que Rusia planea enviar su propia misión a Venus, además del proyecto conjunto Venus-D entre Estados Unidos y Rusia. Roscosmos subrayó que Rusia no se niega a cooperar con Estados Unidos en el proyecto Venus-D, pero planea abstenerse de una cooperación internacional a gran escala en esta misión.
Venus, el planeta a ver tras Marte
En el 2020, un grupo de científicos aseguró que había encontrado una cantidad alta de fosfina, una molécula orgánica, en su atmósfera, lo que incrementó las posibilidades de que haya vida microscópica en sus nubes. Aunque estudios posteriores rechazaron esta primera investigación, lo que queda claro es que el planeta está siendo blanco de interés de la comunidad científica para la exploración.
El suelo de Venus se encuentra hasta a 400° C, por lo que un rover que busque ir a su superficie deberá ser adecuado completamente a esta extrema condición. La NASA ya ha fechado también el final de la presente década para enviar misiones a dicho planeta. (Con información de Europa Press)
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