El CEO de SpaceX, Elon Musk, advierte sobre las necesidades que la primera comunidad humana en Marte requiere para ser sostenible, y representa un verdadero desafío.
La vida en Marte sigue siendo el unicornio de la historia espacial, en temas de presencia humana. Muchos proyectos buscan la viabilidad de los viajes al planeta rojo y siguen arrojando resultados excesivos, tanto en tiempo como en presupuesto y logística. Para Elon Musk, CEO de SpaceX, el éxito de una misión de ese impacto requiere mayor análisis a mediano y largo plazo.
El fundador de Tesla Inc. señaló en Twitter que se requiere, por lo menos, construir y hacer volar hasta mil naves espaciales que sean capaces de llevar carga, infraestructura y personal que pueda generar un ecosistema sostenible para los humanos. El tiempo proyectado de construcción es de 20 años.
Hay varios detalles a considerar, de acuerdo con Musk. Para empezar, los viajes a Marte tienen una limitación en la alineación planetaria que propician un trayecto óptimo una vez cada dos años. Si fuera posible diseñar una estrategia de viajes por año, cada flota de viaje debe encargarse de llevar 10 millones de toneladas de carga en ese lapso.
Bajo esa perspectiva, se requiere crear naves que puedan tener más de 1000 viajes al año y que cada una pueda llevar 500 toneladas en ese período, la carga máxima soportada por la infraestructura actual. Para lograr esa meta, se debe construir 100 modelos de “Starship”, el nuevo sistema desarrollado por SpaceX, que define así al proyecto en su sitio web:
“La nave espacial StarsX de SpaceX y el cohete Super Heavy (denominados colectivamente Starship) representan un sistema de transporte totalmente reutilizable diseñado para transportar tanto la tripulación como la carga a la órbita terrestre, la Luna, Marte y más allá. Starship será el vehículo de lanzamiento más poderoso del mundo jamás desarrollado, con la capacidad de transportar más de 100 toneladas métricas a la órbita terrestre”.
Para hacer viable esta misión, Musk proyecta en su cuenta de Twitter un ecosistema desarrollado en la órbita, que permita etapas de carga de implementos y combustible para viajes a la Luna y Marte.
Para el proyecto de ciudad, el tema es otro. Para el proceso, la NASA estima que reunirá a la tripulación idónea en 2024 para el retorno humano a la Luna. Sin embargo, Musk insiste que este tipo de misiones podrían llevarse a cabo en 2022, y que el viaje a Marte empataría el pronóstico de NASA. Todo esto sigue siendo relativo, pero resulta fascinante poner en perspectiva las capacidades que tenemos hoy de lograr, con éxito, una aventura tripulada que cubra más distancia.
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