Los elefantes parecen dirigirse entre sí con etiquetas vocales individuales. Los autores señalan que los "hallazgos plantean preguntas intrigantes sobre la complejidad de la cognición social" de esta especie.
Una nueva investigación ha encontrado indicios que los elefantes africanos salvajes pueden dirigirse entre sí con etiquetas vocales específicas, lo equivalente a un nombre.
El estudio, que se encuentra en BioRxiv a la espera de certificación de pares, analizó las llamadas de elefantes salvajes en dos áreas de Kenia: el gran ecosistema de Samburu al norte y el Parque Nacional Amboseli al sur, para llegar a esta conclusión.
Se llaman por su nombre
Los científicos trabajaron con 625 barritos distintos, 597 de las cuales ocurrieron entre miembros del mismo grupo familiar. Hubo 114 individuos que llamaron y 119 receptores únicos.
Los investigadores solo incluyeron llamadas dirigidas a un solo elefante individual, y cuyo receptor pudo ser identificado.
El equipo midió las características acústicas de los sonidos del elefante y realizó una serie de pruebas estadísticas con los datos para ver si era posible predecir la identidad del receptor a partir de la llamada. Y, de hecho, se descubrió que este era el caso, como escribe el equipo: "Los destinatarios de las llamadas podrían identificarse correctamente a partir de la estructura del barrito, estadísticamente significativamente mejor que el azar".
Un aspecto en el que el equipo estaba particularmente interesado era si las llamadas imitaban las propias vocalizaciones del receptor. Esto se ha observado en otras especies, como los delfines, que pueden aprender las etiquetas vocales individuales de cada uno y responder a su propia etiqueta cuando la escuchan.
Sin embargo, lo fascinante de los datos sobre elefantes fue que los autores encontraron evidencia limitada de que quienes llamaban imitaban la llamada de cada receptor. "Hasta donde sabemos, este estudio presenta la primera evidencia de direccionamiento vocal de congéneres sin imitación de las llamadas del receptor en animales no humanos", escriben.
Contentan a los demás elefanttes
Los autores también tomaron a 17 de los elefantes y les reprodujeron grabaciones de llamadas que originalmente estaban dirigidas a ellos para ver cómo respondían. "Además de respaldar la existencia de etiquetas vocales", escriben los autores, "los sujetos se acercaron al hablante más rápidamente [...] y vocalizaron más rápidamente [...] en respuesta a las reproducciones de prueba que a las reproducciones de control".
En general, los autores concluyeron que podría ser la primera evidencia de que una especie no humana utiliza un sistema de nombres similar al humano para referirse a otros individuos. En cuanto a por qué esto podría surgir específicamente en los elefantes, hay algunas pistas que podemos extraer de sus estructuras sociales.
"Debido a su dinámica social de fisión-fusión, los elefantes a menudo están fuera de la vista de sus compañeros sociales estrechamente vinculados y producen ruidos de contacto para comunicarse a largas distancias", explican los autores.
Por otro lado, llamarse unos a otros por su nombre podría ser una forma de mejorar los vínculos sociales, como es el caso de los humanos.
Te recomendamos
Comparte esta noticia