La luna que se verá el 14 de noviembre será la más grande que se haya visto desde 1948.
(Agencia N+1 / Hans Huerto) Este lunes 14 de noviembre, dos condiciones del movimiento lunar, que se dan comúnmente, coincidirán, raramente, y permitirán que el satélite de la Tierra nos regale las más espectaculares vistas que veremos en 18 años. Y es que la Superluna, el fenómeno que hará que este cuerpo celeste se luzca más grande y brillante, no se repetirá si no hasta noviembre de 2034.
Condiciones para la superluna. Para que la Superluna se dé, se tienen que dar en paralelo dos situaciones. La primera es que la Luna esté de cara frontal al Sol y que esta faz iluminada esté a su vez alineada con la Tierra. En otras palabras, que haya Luna Llena, la fase lunar que se repite mensualmente, gracias a que la Luna gira alrededor de nuestro planeta y este, a su vez, alrededor del Sol.
La segunda condición tiene que ver con la cercanía relativa entre la Tierra y su satélite. Aunque la Luna orbita alrededor de la Tierra cada 27 días, no lo hace en círculos perfectos, si no más bien en recorridos elípticos que hacen que en ciertos trayectos esté más alejada (405.000 km) o más cercana (350.000 km). El segundo escenario es conocido como perigeo y no suele coincidir con la Luna Llena porque el movimiento de traslación del planeta hace que ambos ciclos se desfasen, aunque con el paso de los años logran alcanzarse uno al otro para coincidir.
El mejor momento para verla. Ese momento llegará el lunes por la mañana. El perigeo, en realidad, se alcanzará a las 6:22 a.m. EST (12:22 p.m. España, 6:22 a.m. Perú, Colombia y Ecuador, 8:22 a.m. Chile y Argentina), y estará alineada a la Tierra al máximo a las 8:52 a.m. EST (2:52 p.m. España, 8:52 a.m. Perú, Colombia y Ecuador, 10:52 a.m. Chile y Argentina). No obstante, Noah Petro, investigador adjunto del proyecto para la misión Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) de la NASA recomienda disfrutar de la Superluna desde el domingo por la noche e incluso durante la noche del lunes, pues en ambas veladas la diferencia en distancias no será gravitante.
Esta será la Superluna más importante de una serie de tres, que se completará el próximo 14 de diciembre.
El año pasado, en setiembre, la luna también adoptó un color rojizo durante un eclipse, por el que se le denominó “luna de sangre”. El fenómeno de entonces se debió a que la luz del sol que débilmente sobrepasaba la tierra por sus bordes durante el eclipse le dio un brillo rojizo la luna. Antes, un fenómeno similar sucedió en 1982. La próxima “luna de sangre” será en el 2033.
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