Escrito por: Rómulo Villegas
La encuesta “Fraser Anual Mining”, realizada por el Instituto Fraser, es una evaluación del clima de inversión y de las políticas mineras a nivel global. Es una encuesta en que más del 80% de los encuestados son tomadores de decisiones con roles estratégicos en sus organizaciones.
La encuesta, realizada entre agosto y diciembre de 2022, proporciona un panorama sobre la percepción de la industria minera en el Perú, durante un período que estuvo marcado por una crisis política nacional, generando incertidumbres en los inversionistas del sector minero.
A pesar de ello Perú logró una mejora relativa en su posición, ascendiendo del puesto 42º al 34º respecto al año anterior, 2021. Esta escalada en el ranking destaca la percepción positiva de los inversores extranjeros y locales hacia el país, a pesar de los desafíos y preocupaciones que fueron identificados en las diversas áreas. Sin embargo, una mirada más cuidadosa nos deja con menos motivos reales de celebración.
Los resultados muestran una mejora en la posición relativa, pero es importante destacar que la disminución en el índice de atractividad de inversión ha continuado desde varios años atrás (ver cuadro que sigue). La evolución de ese índice nos dice que no estamos experimentando una mejora real, sólo un cambio en la posición relativa con otros países. Tomemos el caso de Chile como un ejemplo que ilustra el problema.
En comparación con Chile nuestro ranking está mejorando porque los indicadores del vecino del sur han estado cayendo más rápido que los nuestros. Ese fenómenos se ha reforzado en el último año.
Analizando el Índice de Atractividad de Inversión 2022 en Perú y Chile, se observa una disminución en la puntuación de ambos países en comparación con el año anterior. En el caso de Perú, se registra una ligera reducción de un punto, mientras que Chile experimenta una caída de nueve puntos.
En el caso de Perú, aunque la disminución es mínima, podría ser un reflejo de la incertidumbre política y las tensiones sociales que se vivieron durante el período evaluado. Por otro lado, la caída más pronunciada en Chile puede ser atribuida a factores políticos específicos de ese país, como los problemas ligados a las incertidumbres por su Asamblea Constituyente.
El análisis de los resultados en el índice de percepción de políticas públicas para la minería en Chile y Perú también revela una preocupante tendencia de disminución en la percepción de los líderes del sector sobre los cambios de las políticas en ambos países. Tanto Chile como Perú experimentaron caídas significativas en sus puntajes, lo que sugiere existen preocupaciones en el entorno político y regulatorio, y la permanencia de desafíos irresueltos en ambos.
La gráfica que sigue muestra un descenso en el índice de Percepción de Políticas Sectoriales en 2022. La puntuación del Perú, pasa de 46.28 a 33.84, -12.44, reflejando un deterioro serio de la percepción de los inversores acerca las políticas en el país. Esta caída afecta la atracción de la minería peruana y la confianza de los inversores en el sector. Chile también experimentó una disminución en su puntuación, de 68.86 a 46.68, es decir -22.18, evidenciando un deterioro aún más grave que el peruano.
Si Chile sufre una caída de tan dramática, es natural que Perú, aún disminuyendo en el índice, mejore su posición relativa. Sin embargo, hay que tomar ese mejoramiento relativo como circunstancial. Ahora que Chile está avanzando en la reducción de los riesgos regulatorios, por la composición del Consejo Constituyente, encargado de la redaccón de la nueva constitución, es muy probable que su indicador en ese campo mejore significativamente.
Las gráficas muestran que los dos índices peruanos está cayendo por varios años consecutivos, sin que el Estado peruano ni los líderes del sector logren hacer nada efectivo para revertir esa tendencia. Este es tal vez el hallazgo más importante del último informe del Instituto Fraser. La permanencia de esa tendencia es lo merece mayor atención en las noticias sobre el sector, antes que la posición relativa del Perú en el ranking FRASER.
Ahora bien, una mirada más completa de los indicadores nos puede dar luces acerca de cómo se visualiza el sector minero desde el punto de vista de los inversionistas en los diversos indicadores considerados. Observando sus valores, vemos que podemos tomar a algunos como oportunidades de mejoramiento, y a otros que temas que requieren una atención prioritaria.
En general, los indicadores presentan valores cercanos a 3, lo que sugiere que existen desafíos y áreas de mejora en cada uno de ellos. Es decir, si el Estado Peruano hace un análisis de los factores que están limitando el estado de cada uno de esos factores y aprueba las políticas que permiten su corrección, especialmente los relativos a los marcos regulatorios y de gestión social, puede mejorar el posicionamiento relativo de su sector minero.
Dos indicadores que merecen destaque son el potencial minero, que es muy alto, 4.55, y la estabilidad política que es muy baja, 2.60. El primero se debe a la geología del país y es muy estable, así que el Perú lo va a mantener por mucho tiempo. El segundo refleja un desafío no resuelto que afecta toda la economía y las condiciones políticas y sociales del país.
Finalmente, hay que destacar que en los últimos meses se ha observado algunos esfuerzos por mejorar las condiciones para la inversión en el sector minero: se ha llevado a cabo la reformulación del informe EITI (Iniciativa para la Transparencia en las Industrias Extractivas) y se han implementado normativas que respaldan al sector minero, y el MINEM ha participado en la conferencia PDAC (Prospectors & Developers Association of Canada), promoviendo la inversión de la minería peruana. Sin embargo, el tema de la estabilidad política y la resolución de conflictos sociales siguen siendo desafíos abiertos para el sector minero y para todo el país.
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