Muchas familias vienen pensando comprar una vivienda y financiarla mediante un crédito hipotecario, tomando en cuenta que las tasas de interés de estos productos se mantienen por debajo de 8% anual en soles desde hace varios meses, lo cual representa una interesante oportunidad.
Sin embargo, para acceder a este financiamiento, las entidades financieras nos solicitarán al menos 3 requisitos:
- Ahorrar para la cuota inicial, cuyo monto debe ser por lo menos el 10% de valor del inmueble. Por ejemplo, si deseo comprar un departamento que cuesta $100,000, mi cuota inicial mínima debe ser de $10,000.
Obviamente, aquí lo ideal es ahorrar lo máximo posible para aumentar la cuota inicial y reducir el monto del préstamo. En este sentido, podemos aprovechar ingresos extras como la gratificación, las utilidades o el disponible de la CTS para llegar a esta cantidad.
- Tener un buen historial crediticio; es decir, no estar mal reportado en el sistema financiero ni estar sobreendeudado. Por ello, es importante verificar permanentemente nuestra calificación en las centrales de riesgo, lo cual se puede hacer de forma gratuita.
- Demostrar capacidad de pago de las cuotas, ya sea presentando nuestras boletas o recibos por honorarios, o a través de un ahorro fijo mensual en la misma entidad financiera durante al menos 6 meses.
Ahora bien, si cumplimos con todo ello, el siguiente paso será analizar las distintas alternativas de financiamiento que nos ofrecen los bancos, financieras, cajas y otras instituciones, tomando en cuenta que la adquisición de una vivienda será probablemente la compra más importante de nuestras vidas.
En este sentido, es importante seguir algunas recomendaciones:
- No fijarnos solo en la tasa de interés, sino en la TCEA (Tasa de Costo Efectiva Anual). Además de la tasa, las entidades financieras cobran otros conceptos adicionales en los créditos hipotecarios, como el seguro de desgravamen, el seguro de todo riesgo del inmueble y los gastos notariales y registrales. La TCEA justamente refleja el costo real del crédito, considerando todos estos cargos.
- No solicitar un periodo de gracia si no es necesario.
Muchas veces pedimos pagar la primera cuota del crédito hipotecario dentro de 2 o 3 meses luego del desembolso, pero en este caso el valor de las cuotas va a aumentar, pues se generan intereses, comisiones y otros gastos por esos días de gracia. Solo debemos pedir un periodo de gracia si realmente lo necesitamos.
- Buscar amortizar el crédito hipotecario cuando tengamos un ingreso extra, como la gratificación o las utilidades, con el fin de terminar de pagar el préstamo lo más pronto posible.
Tengamos en cuenta que no existe ninguna penalidad por prepagar el crédito, y de esa forma nos ahorramos intereses.
- Analizar si podemos acceder a los programas de apoyo que brinda el Estado para la adquisición de una vivienda.
Actualmente existen programas como el Fondo Mivivienda, Techo Propio y Bono Mivivienda Verde, en donde el Estado subsidia una parte del valor del inmueble, reduciendo el mondo a financiar y el valor de las cuotas mensuales.
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