En enero pasado se instaló la Mesa Ejecutiva de Innovación, con la finalidad de articular esfuerzos para promover la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la innovación y el emprendimiento en el Perú. La mesa nacional cumple el rol de coordinadora de lo que Carayannis y otros denominan como the Quintuple Helix of Innovation, y que agrupa diversas instituciones de conocimiento, fomento, investigación y desarrollo en innovación empresarial.
La Quintuple Helix contempla la interacción de la administración pública, las empresas, la universidad, la sociedad civil usuaria de la innovación y el medioambiente. La importancia de la sociedad civil es clave por cuanto numerosas innovaciones, específicamente las de producto, no producen de manera inmediata el resultado esperado, al no encontrar los usuarios destinatarios de tal innovación el valor agregado directo cuando la innovación en producto es disruptiva. Ello se debe a su falta de conocimiento y experiencia sobre los mismos, así como al periodo de maduración necesario para la introducción de la innovación y su asimilación por parte del usuario. Sin embargo, las innovaciones incrementales sobre los productos permiten en el usuario comparar, a partir de los referentes previos que establece en relación con los atributos y características del producto que ya conoce.
Un claro ejemplo lo encontramos en la decisión de Steve Jobs de combinar innovaciones radicales de la compañía como el iOS, la pantalla multi-touch y la conectividad en un solo producto incrementando la facilidad de uso y su atributo Smart, el iPhone, en lugar de introducir primero el iPad para el cual estaban destinadas. De esa forma los usuarios se adaptaban a la nueva innovación a través del uso del celular, convirtiendo la misma en cotidiana en sus vidas.
La meta es clara, incrementar la productividad y competitividad internacional de la economía peruana por medio de la investigación y desarrollo, la innovación y emprendimiento, y, sobre todo, el conocimiento. En un mundo cada vez más turbulento y frente a la transformación radical que supone la irrupción de la cuarta revolución industrial, aquella caracterizada por la incursión de la ultra automatización a gran escala y la inteligencia artificial combinados en sistemas ciberfísicos, la innovación se convierte en un factor clave para afrontar con éxito el desarrollo económico nacional, permitiendo que el Perú pueda afrontar las exigencias del mercado del futuro.
En un reciente artículo del World Economic Forum se platea que para florecer en la Cuarta Revolución Industrial es preciso repensar: la educación, orientando la misma hacia la especialización con capacidad de complementariedad multidisciplinar para aportar a su propia especialidad; que existen mayores opciones tecnológicas, que incluyen desde redes sociales hasta blockchain; que los futuros empleados deberán tener la capacidad de facilitar la integración de las tecnologías a los negocios propiciando el intraemprendimiento.
La mesa ejecutiva de innovación, como ente estratégico, realiza de por sí open innovation, al combinar el conocimiento interno de cada agente del ecosistema de innovación y permitiendo un mejor desarrollo de los proyectos públicos y privados de estrategia en I+D+I, al eliminar asimetrías de información e incorporar perspectivas desde distintas ópticas. Estamos, sin lugar a dudas, en una nueva etapa de sinergias y multidireccionalidad del intercambio de tecnología y conocimiento inter-organizativas, lo que Gibsson y otros denominaron como el modo 3 o university knowledge exchange mode, en su libro The New Production of Knowledge: The Dynamics of Science and Research in Contemporary Societies. Ello puede observarse en el trabajo que desarrollan conjuntamente investigadores de la Universidad del Pacífico e Innóvate Perú; y sus frutos no han tardado en madurar. Entre los hallazgos se han encontrado relaciones que permiten comprobar el impacto de la inversión estatal en innovación empresarial y su repercusión a nivel de desempeño exportador. Los medios para accionar la política e incrementar el retorno a la inversión se han localizado en la capacidad de cooperar entre los agentes. En estos momentos se están desarrollando los informes de investigación, así como de los informes técnicos, para que puedan ser tenidos en cuenta en la aplicación a las políticas de innovación. Y eso no es todo, dado que se trabaja en nuevas métricas, validación de escalas de medición de impacto e incorporación de nuevos indicadores que incluirán inclusive indicadores biométricos. Todo lo cual beneficiará a las empresas, incrementará la eficiencia y eficacia de la inversión estatal y privada e incrementará la gobernanza del ecosistema peruano de innovación.
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