Quienes superamos los 40 años no imaginamos que llegaría el día en el que casi toda la información que necesitamos está al alcance de la mano, o de un clic. Para las nuevas generaciones tener grandes bibliotecas o reunir colecciones de enciclopedias sobre historia y ciencias, resulta absurdo, porque podemos acceder a todo ese conocimiento utilizando Google. Y, si bien las películas de ciencia ficción nos hicieron soñar con un mundo en el que íbamos a interactuar con robots humanoides, hoy podemos “chatear” con ChatGPT desde una laptop o un celular como quien conversa con un amigo. Sin duda, internet, nos facilita la vida. No obstante, esa abundancia de información ha generado un fenómeno nocivo para la salud mental llamado infoxicación, que es recibir información en exceso, limitando nuestra capacidad de profundizar y comprender, incrementando al mismo tiempo nuestra confusión y ansiedad.
Si bien el término infoxicación nació en 1996, cobra más relevancia desde que el acceso a internet y las redes sociales se ha masificado. Según un análisis de las consultoras Hootsuite y We Are Social, el 82% de la población mundial accede a noticias a través de internet y redes sociales. En el Perú, según INEI, 73 de cada 100 peruanos de 6 a más años accede a internet, principalmente desde un teléfono móvil. Es decir, desde temprana edad estamos expuestos a una sobrecarga que, lejos de ponernos en una posición de ventaja, nos genera mayor vulnerabilidad. Por ejemplo, una investigación de la Universidad de Toronto, publicada por la Asociación Americana de Psicología, revela que seguir a diario las noticias políticas puede afectar negativamente la salud mental y el bienestar de las personas. El estudio, titulado “The Political Is Personal: The Costs of Daily Politics”, asegura que desentenderse de las noticias de actualidad tendría sus ventajas.
Estar expuesto a todo lo que vemos —los peruanos están conectados a Internet 3 horas y 22 minutos diariamente, de acuerdo con un último estudio de Concortv— no solo provoca estrés, sino fatiga, ansiedad crónica, falta de motivación y minimiza la creatividad. En este punto, las organizaciones en general deben abordar el fenómeno de la infoxicación con un enfoque de prevención, porque claramente termina impactando en nuestro desempeño laboral y en la productividad de las empresas. Entonces, ¿qué podemos hacer para mantener alejados a nuestros colaboradores de la infoxicación? Aquí algunas sugerencias:
- Establecer rutinas y orden. Es fundamental que, desde la compañía, se instituyan momentos fijos para apagar los estímulos tecnológicos y desconectarse por un buen tiempo. Incluso, se pueden promover momentos de relajación, sesiones de meditación y más. Asimismo, es clave respetar los horarios, debemos promover que el trabajo no se lleva a casa (menos durante los días libres o de vacaciones).
- Reduzcamos el ‘contacto’ con nuestros colaboradores. Normalmente pensamos que mientras más comunicados estemos como equipo, mejor. Sin embargo, a veces nos excedemos, mandamos e-mails por todo y generamos constantes reuniones que, al final, no son tan necesarias ni productivas. Pensemos en qué comunicación es realmente esencial y reflexionemos antes de crear un calendar o mandar un WhatsApp.
- Medidas contra las fake news. La información falsa puede ser responsable directa de nuestra ansiedad. Por ello, desde las empresas, podemos promover prácticas para ayudar a que los colaboradores accedan a información real, clasificando lo que reciben, consultando fuentes verosímiles y guardando las fuentes confiables en favoritos.
Estos son algunos tratamientos posibles, pero también es clave entender lo que realmente pasa dentro de nuestro equipo y su relación tóxica con la infoxicación, porque cada equipo es un mundo. Así que deja la “compu” y el “cel” a un lado, usa tu creatividad y pregúntate ¿qué otras cosas podemos hacer para alejarnos de esta pandemia de la salud mental?
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