Investigaciones sobre conflictos y crisis previas han constatado que también son momentos en los que la violencia contra las mujeres aumenta (Palermo y Peterman, 2011). Fue el caso del broté del Ébola en distintas partes de África, pero también los escenario de crisis y post crisis en países como Bosnia, Colombia, República Demográfica del Congo, Timor, Liberta y Ruanda, y ahora en muchos de los países afectados por la COVID-19.
Durante la actual pandemia, en Argentina y Colombia, las llamadas a los servicios telefónicos de atención de violencia contra mujeres han aumentado en 40% y 130%, respectivamente (Reuters, 2020) y en Australia un 40% de trabajadores de servicios de atención de víctimas de violencia reporta que reciben más llamadas de auxilio y un 70% considera que están recibiendo casos más complejos (10daily, 2020).
El problema es real, pero ha sido invisibilizado por la crisis sanitaria. Ya pasó en África donde no se protegió debidamente a mujeres, niñas y adolescentes de la violencia de género (Onyango et al, 2019).
Pues bien, ¿qué se ha hecho en otros países para afrontar este brote de violencia? Las respuestas más comunes han sido expandir la oferta (más servicios para víctimas), difundir material informativo (dónde y cómo denunciar) y llevar a cabo campañas de información. Pero nada de esto asegura disminuir la violencia. Son medidas usualmente con poco o nada de evidencia favorable.
Pero junto a este tipo de medidas, han habido otras, más novedosas y con potencial impacto. Me concentro en cinco de ellas resaltadas recientemente por Mujeres (2020a, 2020b) y CEPAL (2020).
1. “Pruebas rápidas” para violencia
En Uruguay, se elaboró un protocolo para que los equipos de salud de los sectores público y privado puedan detectar situaciones de violencia doméstica al visitar hogares por temas sanitarios. Es como una “prueba rápida” para violencia. Su implementación requiere cuidados éticos (quién pregunta y su preparación) y metodológicos (qué y cómo preguntar).
2. “Mascarilla 19” (aviso silencioso)
Las mujeres en situación de violencia pueden comprar la “Mascarilla 19” en casi cuatro mil farmacias de ciertas ciudades de España (ABC Galicia, 2020). Pero no es un producto, sino una clave silenciosa que significa “soy víctima de violencia”. Al escuchar el “pedido”, la persona que trabaja en la farmacia llama a la policía o al equivalente a nuestro 105. De inmediato, la víctima es buscada en la misma farmacia. Ecuador ya implementó esta medida y otros países, como Francia, Brasil e Inglaterra lo harán pronto.
3. Hogares refugio
Son varios los países, como Canadá, que están invirtiendo millones durante la pandemia en mejorar hogares refugio que acogen a víctimas de violencia que no deben seguir viviendo con sus agresores. Han ampliado su capacidad.
Pero no es tan fácil crear o ampliar infraestructura de la noche a la mañana. Así que en Francia e Inglaterra las víctimas han sido enviadas a hoteles actualmente casi vacíos por la pandemia. Por supuesto, el costo lo cubre el Estado. Como dato, en el Perú solo 7 de 25 gobiernos regionales tienen hogares refugio, según la Defensoría del Pueblo (2020) y mientras que cinco de ellos acogieron a menos de cien víctimas, otros dos no acogieron a ninguna entre el 2017 y septiembre del 2018.
En Italia se ha promovido sacarlos a ellos del hogar y no a las víctimas. Esto es posible de hacerlo acá. El reciente decreto legislativo 1470 lo pone como prioridad, pero por supuesto es solo un deseo sin fuerza. Depende de los jueces y muchos piensan que sacar al agresor del hogar es violar su derecho a la vivienda. Además, está el problema práctico de dónde enviarlos a vivir. En contexto de pandemia, una solución para esto también debe ser pensada.
4. Tobilleras electrónicas
Una opción distinta es monitorear tecnológicamente a víctima y agresor. En esa línea, Uruguay ha reforzado el presupuesto de su programa de tobilleras electrónicas (ONU Mujeres, 2020b). Consta de dos brazaletes que víctima y agresor tienen y que envían alertas a la policía cuando este última se acerca a determinada distancia de la víctima.
En el Perú contamos con grilletes electrónicos para monitorear la movilidad de los condenados. Pero su implementación ha sido un fracaso. En tres años, solo 28 personas se acogieron a este beneficio pues son ellos mismos quienes deben pagar casi un sueldo mínimo al mes para tenerlo (Perú21, 3/2/2020). Además, actualmente ningún delito de violencia contra la mujer está incluido en la legislación de grilletes electrónicos. Es un tema clave que el Congreso debe discutir.
5. Excepciones de movilidad para mujeres víctimas
Puede parecer innecesario, pero creo que no lo es. En Argentina, el decreto que autorizó la cuarentena, incluyó explícitamente la posibilidad que toda mujer y personas LGTBI puedan incumplir la cuarentena para interponer denuncia o pedir ayuda por violencia (La Diaria, 6/4/2020). Ya que la cuarentena se extenderá bajo alguna forma o para ciertos grupos en el Perú, es importante contemplar esta posibilidad y brindar una sensación de protección mayor.
Para concluir, muchas de estas propuestas son de contención. Pero, además, quieren una respuesta posterior efectiva. De nada servirá la “prueba rápida” de violencia si nadie se acerca a la víctima luego de identificar que es objeto de violencia. De nada servirá la “Mascarilla-19” si la policía llegar tarde y cuestiona a la víctima. Igualmente, ¿qué pasa cuando las víctimas dejen el hogar temporal? Además, la violencia no se restringe a mujeres con pareja. También incluye a niñas, niños, adolescentes y personas LGTBI, minorías étnicas y otros grupos en situación de vulnerabilidad.
Este brote de violencia contra las mujeres dentro de la pandemia no acaba con el levantamiento de la cuarentena. Víctimas y agresores seguirán compartiendo muchas (si no todas) horas al día y el estrés económico seguirá agravado por varios meses. El riesgo de violencia permanecerá latente.
Si bien necesitamos respuestas urgentes, también necesitamos respuestas efectivas y sostenibles para un problema que sabemos que no es nuevo.
* Esta columna es una versión corta del artículo “COVID-19 y violencias contra las mujeres: ¿Qué están haciendo otros países y qué podemos hacer en el Perú?”, publicado en la página web de GRADE. Disponible en: https://bit.ly/3dn6jId
ABC Galicia (2020). Mascarilla-19, el nuevo código contra el maltrato. 27/4/2020. Consultado el 30/4/2020.
CEPAL (2020). Mapeo de iniciativas impulsadas por los gobiernos de América Latina y El Caribe para abordar las dimensiones de género en respuesta a la pandemia del Covid-19.
https://data2.unhcr.org/en/documents/details/75750
Defensoría del Pueblo (2020). Segundo reporte del Plan Nacional contra la Violencia de Género 2016-2021. Avances en su implementación a nivel regional y provincial. Serie Igualdad y No Violencia N° 005. Reporte de Adjuntía N° 001-2019-DP/ADM.
La Diaria. Argentina decretó excepción de la cuarentena obligatoria para mujeres y personas LGBTI en situación de violencia. La Diaria. 6/4/2020. Consultado el 30/4/2020.
ONU Mujeres (a). Covid-19 and Ending Violence Against Women.
ONU Mujeres (b). Prevención de la violencia contra las mujeres frente a Covid-19 en América Latina y El Caribe. Brief v1.1, 23/4/2020.
Onyango, M., Resnick, K., Davis, A., y Shah R. (2019) Gender-Based Violence Among Adolescent Girls and Young Women: A Neglected Consequence of the West African Ebola Outbreak. En Schwartz D., Anoko J., Abramowitz S. (eds.) “Pregnant in the Time of Ebola. Global Maternal and Child Health (Medical, Anthropological, and Public Health Perspectives)”. Springer, Cham.
https://link.springer.com/chapter/10.1007/978-3-319-97637-2_8
Palermo, T. y Peterman, A. (2011). Undercounting, overcounting and the longevity of flawed estimates: statistics on sexual violence in conflict. Bulletin of the World Health Organization, 89(12), 924-925.
https://apps.who.int/iris/handle/10665/271048
Perú21 (2020). INPE propone que Estado asuma costo de los grilletes electrónicos. Perú 21, 3/2/2020. Consultado el 30/4/2020.
Peterman, A., Potts, A., O’Donnell, M., Thompson, K., Shah, N., Oertelt-Prigione, S., y van Gelder, N. (2020). Pandemics and violence against women and children. Center for Global Development, Working paper 528.
https://www.cgdev.org/publication/pandemics-and-violence-against-women-and-children
Reuters (2020). "Otra pandemia": violencia doméstica aumenta en América Latina durante cuarentena. 27/4/2020. Consultado el 30/4/2020.
https://lta.reuters.com/articulo/salud-coronavirus-latinoamerica-violenci-idLTAKCN2291KJ-OUSLT
10daily (2020). Domestic Violence Spikes During Coronavirus As Families Trapped At Home. 26/3/2020. Consultado el 30/4/2020.
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