Según un estudio, la piratería ha disminuido en 98% desde que se promulgó la Ley del Libro y la exportación de títulos peruanos se ha fortalecido.
La industria editorial en el Perú ha tenido un crecimiento exponencial desde que hace 12 años entrara en vigor la Ley del Libro. Ha logrado posicionar sus productos en el extranjero y ha conseguido el retroceso de la piratería, según un informe de la Universidad del Pacífico.
El 11 de octubre de 2003 se promulgó la Ley N° 28086, Ley de Democratización del Libro y de Fomento de la Lectura (se implementaría en su totalidad dos años después). Desde esa fecha hasta hoy, la industria editorial nacional ha vivido una transformación.
Sin embargo, desde la Cámara Peruana del Libro (CPL) advierten que los beneficios logrados se verían mermados si no se logra para en breve prolongar esta norma.
De acuerdo a un estudio publicado en marzo último por el Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico, los resultados positivos se dan en facetas que van desde el combate a la piratería hasta la creación de puestos de trabajo, pasando por la cada vez mayor presencia de publicaciones nacionales en el extranjero.
FORTALECIMIENTO DEL MERCADO
En la citada evaluación económica se descubrió que para 2013 el valor de la producción en el mercado informal del libro equivalía a 94 millones de dólares.
“Es decir, una reducción del 98% respecto a la situación de 2003. Este decrecimiento de la informalidad se acentuó desde 2005”, precisa el documento.
Al respecto, Germán Coronado, presidente de la CPL, explica a la Agencia de Noticias Andina que “dado que la red formal de distribución se expandió, hemos logrado ocupar espacios que estaban estrictamente en manos de la piratería”.
El vocero hace notar que ahora hay centros comerciales en toda Lima, en donde no falta una librería. Asimismo, en las ciudades del interior también se está dando este fenómeno, cuando antes de la ley los establecimientos de venta de libros eran escasos o inexistentes.
Señala que la diferencia entre la oferta que dan las editoriales respecto de los piratas es exponencial. “Ellos solo van a la carnecita, los libros que tienen publicidad”, precisa, añadiendo que las copias ilegales son “un cáncer”.
Para él y su gremio las copias informales no son inocuas formas de fomentar la lectura, sino una forma de restarles réditos económicos a las editoriales que se arriesgan.
EXPORTACIÓN DE LIBROS
Otro mercado al que está accediendo la industria editorial local es el extranjero.
A pesar de que en el informe de la Universidad del Pacífico se especifica que el mercado del libro de América Latina no ha crecido de forma muy significativa, el Perú sí ha logrado expandirse en este contexto. El ranking de países con mayores exportaciones en este ámbito lo siguen encabezando México y Colombia.
La participación de nuestro país en las exportaciones de libros en América Latina ha pasado de 6% a 10% entre 2002 y 2013, de acuerdo a cifras de la Organización de Naciones Unidas consultadas por el informe de la Universidad del Pacífico.
Según ese cuadro, el Perú supera ligeramente a Chile y Argentina en esta faceta. Germán Coronado explica que “el Perú ya está exportando libros de forma consistente y sostenida”. Los principales destinos de nuestra producción fuera de nuestra frontera son Ecuador, Colombia, Chile y Estados Unidos, de acuerdo con este portavoz gremial. “Veníamos de la nada antes de la ley”, asegura.
En el ámbito laboral también se ha experimentado una mejoría: según las estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI) cerca de 25,000 plazas de trabajo tenía la industria editorial para el año 2011, una mejora del 100% respecto al año 2001.
LO QUE QUEDA POR AFIANZAR
Coronado comenta que durante la Feria Internacional del Libro (FIL 2015) que inicia en pocos días, la CPL se pronunciará expresando los problemas que enfrentará su gremio si no se prolonga la norma.
Su sector va a verse muy perjudicado con todo lo que ha avanzado en estos 12 años. Se pregunta si se quiere para el país un crecimiento solo de PBI o también en la inclusión social, aspecto en el que incluye la promoción de la lectura. “Es un derecho constitucional”, asevera.
Explicó que hay una propuesta para mantener la norma en el Congreso de la República. Sobre ella, de acuerdo con Germán Coronado, ya se han pronunciado favorablemente los ministerios de Cultura y Educación; y solo falta la opinión del sector Economía.
El plazo para mantener la ley vence el próximo 10 de octubre.
REVESES
Uno de los impulsores para mantener el actual régimen respecto al comercio del libro es el Ministerio de Cultura.
Pedro Villa, director de la Oficina del Libro y la Lectura de ese portafolio, señaló recientemente que con el fin de esta norma se encarecería el acceso del público al conocimiento.
“Sería como cortarle las alas al despegue que está teniendo el sector editorial”, indicó Villa. En su opinión, las publicaciones se encarecerían y complicaría que nuestro país se mantenga en el quinto puesto de la región en la publicación de nuevos títulos.
DATO
La Ley del Libro exonera de impuestos a la creación del producto y al IGV y aranceles en la comercialización del mismo. También hay posibilidad de reintegro en el acápite de edición.
Andina
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