Descubre la fascinante Lima a través de su arte diverso: desde las pinturas que la retratan hasta el vibrante escenario musical y las múltiples propuestas cinematográficas que capturan la esencia de esta ciudad en constante evolución.
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En el vibrante corazón de Lima, donde la historia se entrelaza con la modernidad, el arte se alza como un testigo silencioso de los cambios políticos, sociales y económicos que la ciudad ha experimentado a lo largo de los años. Esta metrópoli resuena con una melodía "alegre y jaranera", como dice el viejo vals, manteniéndose como fuente inagotable de inspiración para las nuevas generaciones de creadores.
En el aniversario de Lima, no solo celebramos visitando sus antiguos monumentos, bellas casonas y plazas, sino también mediante las creaciones artísticas que han marcado su identidad cultural. En este viaje a través del tiempo, queda claro que el arte ha sido un fiel narrador de la evolución de la ciudad, desde las vibrantes notas musicales hasta las pinceladas que dan vida a sus calles pintorescas.
La Ciudad de los Reyes, una joya arquitectónica desde la época colonial, sigue cautivando con su belleza, sus costumbres y, por supuesto, sus desafíos. En su 489 aniversario, nos sumergimos en diversas expresiones artísticas que han capturado la esencia de esta Lima multifacética: a veces La horrible, como escribió Sebastián Salazar Bondy, y otras como La flor de la canela, en palabras de Chabuca Granda.
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Lima, un retrato que sigue construyéndose
Sin lugar a dudas, Lima emerge como una ciudad rica en historias que anhelan ser contadas. A finales de la República Aristocrática, el estudio fotográfico de Elías del Águila capturaba de manera indirecta la creciente transformación social y urbana que caracterizó a Lima en ese periodo. Durante estos años, la ciudad experimentó un proceso intenso de modernización y expansión urbana, proporcionando el escenario propicio para el ascenso de una nueva clase profesional, entre los cuales Del Águila encontró a gran parte de su clientela.
En la mitad del siglo XX, el pintor Víctor Humareda plasmaba el entorno urbano, social y cultural a través de un estilo cercano al expresionismo. "Yo pinto lo que veo", afirmaba, y lo que representó fue la realidad; sin embargo, su enfoque no se centró en Lima (a secas), sino en la que lo inspiraba. La arquitectura moderna, las grandes avenidas, la Plaza San Martín o la Plaza de Armas no captaron su interés. Prefirió inmortalizar La Victoria y Barrios Altos, el cerro San Cosme, edificios y jirones antiguos, así como plazuelas menores.
Entrando al siglo XXI, el grabador Carlos Bernasconi ofreció una perspectiva única de Lima. Construyó un retrato vibrante del crecimiento poblacional limeño, presentando una variedad de personajes febriles y absortos que no interactúan entre sí, cada uno siguiendo su propio camino, indiferente al resto. Este enfoque revela la complejidad y diversidad de la Lima contemporánea, donde la falta de comunicación entre los ciudadanos refleja un dinamismo propio de una metrópolis en constante movimiento.
Desde la visión del artista Hugo Salazar, Lima se desvela a través de la fascinante perspectiva del migrante. Aunque criollos antiguos como Francisco Laso, Ignacio Merino y Daniel Hernández fueron reconocidos por retratar la ciudad, Salazar destaca la ausencia de representantes contemporáneos destacados. La vista del migrante, según él, sigue siendo la más reveladora, y las imágenes chicha capturan de manera auténtica la esencia de Lima desde esta perspectiva.
"Desde los años 80, el movimiento chicha ha ganado gran popularidad. Aunque hay un impulso por revalorar la selva, la sierra y lo chicha, notamos una escasez de artistas que se dediquen a plasmar elementos criollos, antiguos y tradicionales de Lima. José Coronado, por ejemplo, era conocido por representar la ciudad mediante la pintura de paisajes arquitectónicos. Esta tendencia contrasta con la popularidad actual del estilo chicha", explica Salazar, reconocido por sus imágenes surrealistas y personajes monstruosos.
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Lima y su diversidad musical
Las calles de Lima resuenan con la rica historia y la vibrante música que caracterizan a esta ciudad. Canciones icónicas como Puente de los suspiros de Chabuca Granda pintan imágenes de una Lima criolla que perdura en el imaginario colectivo. Por otro lado, Av Larco de Frágil nos sumerge en el frenesí de la adolescencia en Miraflores, uno de los distritos limeños predilectos para salir a disfrutar de la vida nocturna un "viernes sangriento".
Clásicos como Soy provinciano de Chacalón y La Nueva Crema capturan el sentir de aquellos que migraron a Lima en los años 80, enfrentándose a la ciudad con nada más que sus propias aspiraciones. La letra refleja la búsqueda de "una nueva vida en esta ciudad donde todo es dinero", pero también la esperanza de triunfar. Más de una década después, Los Mojarras crearon el himno Triciclo Perú, que describe una ciudad en pleno auge, con "las calles repletas" y la informalidad impulsando lentamente la economía.
Alfredo Gálvez, conductor del programa Más allá de la música en Radio Oxígeno, describe a Lima como una "capital tan absorbente", testigo de una fusión continua de estilos y culturas que han influido en la escena musical. Desde los valses clásicos hasta la influencia de la música de raíces afroperuanas y la llegada de la chicha y la cumbia en los años 70, la ciudad ha adoptado y fusionado diversos géneros, abarcando desde el rock hasta la salsa dura, la salsa sensual y, en la actualidad, la música urbana.
Los espacios musicales emblemáticos han desempeñado un papel fundamental en la formación de la identidad musical limeña. Desde la carpa Grau para fiestas regionales hasta peñas como La Valentina y salsódromos como La Máquina del Sabor, cada lugar ha contribuido a consolidar estilos específicos. Gálvez destaca discotecas emblemáticas como La Reflejos y el Kapital en el bulevar de Comas, Sexes o el Grill de la Costa Verde, que han sido escenarios clave para el rock en español e inglés.
No obstante, Gálvez resalta la continua relevancia de la música criolla para el público. "Las raíces siguen siendo un asidero importante en todas las generaciones. A lo largo de más de 100 años, Lima ha sido testigo de la aparición de nuevas corrientes musicales, pero sin importar la generación, llega un momento en el cual una canción criolla clásica como Regresa o Contigo Perú será entonada a voz en cuello, o El alcatraz será bailado sin mayores reparos", concluye.
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Lima y su cine de narrativas múltiples
La pantalla grande ha sido una ventana a las diversas caras de Lima, desde clásicos como La ciudad y los perros (1985), de Francisco Lombardi, hasta Gregorio (1982) y Juliana (1989), del Grupo Chaski. Estas películas no solo relatan historias, sino que también se convierten en crónicas de la vida limeña, explorando épocas pasadas como en La amante del Libertador (2014), de Rocío Lladó, o abordando hechos reales como en La hora final (2017), de Eduardo Mendoza, que narra la captura del líder terrorista Abimael Guzmán.
En el ámbito comercial, las películas más vistas en el 2023 en Perú se centraron en historias relacionadas de alguna manera con Lima, abordando desde la comedia hasta el drama. Títulos como Soltera, casada, viuda, divorciada, Asu mare: Los amigos, Soltera codiciada 2, Prohibido salir, y Susy Díaz: La película, inspirada en la vida de la icónica exvedette limeña que llegó al congreso en los años 90, resaltan la presencia constante de la ciudad en la cinematografía contemporánea.
Francisco Lombardi, en su reciente obra La decisión de Amelia, presenta dos perspectivas contrastantes de Lima: la vida diaria del ciudadano entre el transporte público y el trabajo, y la experiencia de aquellos que disfrutan de las riquezas de la ciudad, a menudo a costa del sufrimiento ajeno. Gustavo Bueno, protagonista de la película, enfatiza que, aunque hay "hermosas películas regionales", es crucial reconocer que "el Perú se ha construido con cine urbano".
El Lugar de la Memoria, la Tolerancia y la Inclusión Social (LUM) celebra el 489 aniversario de Lima con el ciclo de cine al aire libre Lima de ayer y hoy. La programación incluye al documental Mi Barrios Altos querido (2019), de Jimmy Valdivieso, desafiando los prejuicios que "impiden que nos integremos como sociedad", y la película Un mundo para Julius (2021) de Rossana Díaz, que nos sumerge en una Lima más aristocrática. Las películas se presentarán el 18 y 25 de enero, respectivamente, a las 7 p.m.
Valdivieso destaca que Lima es una ciudad de gran diversidad cultural, y esta complejidad se refleja en su cinematografía. "Las comedias comerciales, por ejemplo, suelen contar historias de jóvenes y adultos de la Lima de clase alta. Es, más bien, el cine que se proyecta en los circuitos culturales el que trae a la pantalla relatos de los barrios populares, los asentamientos humanos o el Centro Histórico de Lima", subraya.
Un ejemplo más reciente es El caso Monroy (2023), del director Josué Méndez, que, según el crítico Juan Carlos Ugarelli, de Las Horas Rojas, es la mejor película peruana estrenada el año pasado. "Ofrece un retrato sarcástico de las taras del sistema de justicia en el Perú: la burocracia, la corrupción y el abuso de poder, que a su vez son un reflejo de la cultura del criollismo tan enraizada en la idiosincrasia limeña", concluye.
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