En 100 años, el Teatro Municipal de Lima ha pasado por todo: sismos, incendios y, ahora, una pandemia. Este 28 de julio celebrará su centenario con una exposición virtual. Conozcamos más sobre este símbolo de nuestra ciudad.
En 100 años, el Teatro Municipal de Lima ha pasado por todo: sismos, incendios y, ahora, una pandemia. Este 28 de julio celebrará su centenario -a puerta cerrada- con una exposición virtual porque su actividad no se detiene. Así es su espíritu: indestructible y hospitalario.
"El teatro siempre ha tenido ese espíritu de salir adelante pese a todas las situaciones que le ha tocado vivir. Siempre ha sabido recuperarse y hoy también apunta a eso", sostiene José Inoñan, su actual administrador. "El Municipal es un símbolo de sostenimiento y recuperación", recalca.
Su sobrevivencia también tiene que ver con una resistencia de parte de sus trabajadores, apunta Fabiola Figueroa, gerente de Cultura de la Municipalidad de Lima. "Cuando el teatro se ha visto enfrentado a estas situaciones tan difíciles del país, esa mirada de continuar o seguir brindando un servicio cultural para la ciudadanía -de parte de las personas que han estado a su cargo- se ha asumido. Es la resistencia de las artes para seguir siendo parte de los derechos culturales de la ciudadanía".
Todos los que quieran celebrar su resiliencia y el centenario, pueden hacerlo con la muestra virtual "Cuadro de costumbres", que reúne la memoria visual y documental del lugar. Así, se repasan sus inicios -desde su creación gracias a Manuel María Forero, quien invirtió su fortuna en su construcción- pasando por sus espectáculos como la ópera "Aída" con el que se inauguró el teatro Forero (hoy Teatro Municipal de Lima) el 28 de julio de 1920.
LA FAMILIA DEL MUNICIPAL
"Es un honor estar laborando para sus 100 años", comenta Inoñan. Para el administrador, son sus cerca de 50 trabajadores -algunos laboran allí desde hace tres décadas- los que mantienen vivo el Teatro Municipal. Entre ellos, la identificación con el espacio en el que laboran es innegable. En medio de técnicos, administrativos y demás, hay un grupo que él destaca: los del área de mantenimiento a los que llama "celosos cuidadores".
Uno de ellos es Víctor Zapata, quien ingresó en el 2009 como uno de los electricistas en la restauración tras el incendio de 1998. No obstante, su primer recuerdo del teatro es de la década de 1990. Su primera impresión fue la de un lugar descuidado, ni se le ocurrió que un día trabajaría allí.
Tras el siniestro, le resultó más penoso el estado en el que había quedado; pero eso lo motivó a dar lo mejor de sí y ayudar a devolverlo a su antigua majestuosidad. "Fui viendo su renacimiento y se levantó con una nueva cara, más bella. De alguna manera, me quedé enamorado del teatro. Eso me ató a quedarme. Me siento parte de un equipo especializado", sostiene el electricista quien ya desea volver a su segunda casa.
MOMENTOS ICÓNICOS
A lo largo de 100 años, el Teatro Municipal de Lima ha vivido diferentes hitos. En su primer año se estrenó "Ollanta", la primera ópera nacional compuesta por José María Valle Riestra. Después, debutó en sus tablas el primer tenor Alejandro Granda; en los años treinta Mercedes Ayarza se convirtió en la primera peruana en dirigir una Orquesta Sinfónica en Lima. Llegado 1956, acogió el primer gran espectáculo afroperuano, a cargo de la compañía Pancho Fierro y con la participación de Nicomedes Santa Cruz y Porfirio Vásquez.
Si bien en sus inicios, se promovió la cultura ilustrada -como las óperas y música sinfónica- con el paso de los años se fue abriendo a otras manifestaciones artísticas, que atrajeron a un público más amplio. En los ochenta se abrió a la música andina y, en los últimos años, hasta han habido presentaciones de hip hop. Los tiempos cambian y también evoluciona la vida cultural.
"El teatro es un escenario vivo de nuestra identidad. En sus orígenes, lo que se buscaba en 1920 era pensar un nuevo y moderno Perú, que buscaba en Europa y Occidente el referente para la construcción de su identidad. Eso ha ido transformándose. Recuperándose de las dificultades de los 80's, ha ido fortaleciendo sus identidades, se ha reconocido como un país intercultural y eso es evidente en las artes", apunta Figueroa, de la Municipalidad Metropolitana.
ESPACIOS GANADOS
El Teatro Municipal de Lima bien podría ser visto como un gran complejo cultural. Con los años, ha ido ganando espacios como el Museo, la Plazuela de las Artes y la Sala Caja Negra. Todos ambientes al servicio de la ciudadanía. "Son espacios ganados a la ciudad, alrededor del teatro, para que el público comparta e interactúe", apunta Karin Paz, coordinadora de Patrimonio Cultural de la Escuela Superior Autónoma de Bellas Artes.
Ella considera que el lugar se reinventó, a partir de su recuperación tras el incendio, y hoy es un símbolo de la revalorización de un patrimonio cultural que se creía perdido. Así se convierte en un ejemplo para el rescate de otros espacios como es el caso del Teatro Segura.
El Teatro Municipal de Lima celebrará su centenario de manera virtual; pero tanto el público como sus trabajadores y artistas esperan ansiosos el día del reencuentro. Siguiendo los protocolos, Karin Paz advierte "no dejar cerrado un espacio tan importante" por mucho tiempo. Por algo, el espacio ya está instaurado en la memoria colectiva, ¿quién no lo ha visitado en diciembre para ver una función de "El Cascanueces"? Contamos los días para volver a atravesar sus puertas y sentarnos en sus butacas.
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