No obstante, el presidente de Adex, César Tello, alertó que, si bien los incentivos fiscales son importantes, no serán suficientes sin una infraestructura adecuada que garantice la conectividad logística, servicios básicos eficientes y seguridad jurídica.
La Ley Marco de las Zonas Económicas Especiales Privadas (ZEEP) marca un punto de inflexión en la estrategia de desarrollo productivo del país, pues impulsará la industrialización, traerá inversiones y generará empleos formales, afirmó el presidente de la Asociación de Exportadores (Adex), César Tello Ramírez.
El dirigente empresarial espera el reglamento respectivo, el cual debe publicarse antes de fin de año, y para cuya elaboración confía en que se convoque a representantes del sector empresarial, a fin de aportar y asegurar su impacto positivo en el país.
Tello recomendó evaluar la experiencia de países como Costa Rica, El Salvador y Uruguay, donde las Zonas Económicas Especiales aportan de manera significativa a las exportaciones y al producto bruto interno.
“El objetivo es recoger las mejores prácticas y evitar errores en la implementación del modelo peruano”, dijo, según cita Adex en un comunicado.
¿Las ZEEP como motor de desarrollo productivo?
Sostuvo que la norma contempla regímenes tributarios y aduaneros especiales, con exoneraciones que pueden extenderse hasta por 25 años, con lo cual, apuntó, las ZEEP pueden convertirse en motores de desarrollo productivo y en plataformas de integración a las cadenas globales de valor.
No obstante, alertó que, si bien los incentivos fiscales son importantes, no serán suficientes sin una infraestructura adecuada que garantice la conectividad logística, servicios básicos eficientes y seguridad jurídica.
De acuerdo con el Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de la Asociación de Exportadores CIEN-ADEX, en base a datos tomados de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), existen más de 7 000 Zonas Económicas Especiales (ZEE) en funcionamiento en todo el mundo, las cuales generan más de 300 millones de empleos directos e indirectos.
En el caso de las ZEE de Costa Rica, El Salvador y Curazao, aportaron el 11.9%, 10.6% y 5% del producto bruto interno de sus países, respectivamente, lo que demuestra el éxito del modelo. De igual forma Uruguay (4.8 %), Republica Dominicana (3.6 %) y Panamá (3.5 %).