
La calidad crediticia, o capacidad de pago, de las empresas no financieras en Latinoamérica continuará variable y desigual hasta el 2022, según proyecta un análisis de calificadora Moody's.
En Brasil, Chile y México indican que el panorama de recuperación se ha consolidado. Sin embargo, las perspectivas son débiles para Argentina y Perú.
El Associate Managing Director de Moody’s Marcos Schmidt, señala que en estos dos últimos países se evidencia un mayor riesgo político y una política económica incierta.
Pese a que se indica que las empresas peruanas se beneficiarán del crecimiento económico y recuperarán su posicionamiento en el 2022, la calificadora ve altos riesgos en la gobernabilidad y la credibilidad de las políticas públicas.
"El nuevo gobierno aumenta los riesgos de gobernabilidad del Perú en general, la eficacia y la credibilidad de las políticas públicas, lo que deteriora tanto la confianza de los inversionistas como las perspectivas crediticias de mediano plazo", indicaron en su análisis.
Sin embargo, por el momento consideran que la depreciación de la moneda no representa una amenaza importante para la recuperación del Perú, y aseguran que el sistema bancario del país seguirá siendo fuerte, lo que impulsará la recuperación de la mayoría de los sectores corporativos.
En el caso de Argentina, advierten que, aunque la economía se recupere en 2022, los desequilibrios macroeconómicos y la alta inflación seguirá presentando un estrés crediticio considerable para las empresas.