En el Perú, en el sector privado el salario promedio mensual de un trabajador es de S/ 2,310.
Con la inflación volátil y la reducción del número de empleos, invertir y ahorrar se ha vuelto un verdadero sacrificio; sin embargo, no deja de ser necesario, sobre todo porque construimos un respaldo económico a futuro ya que no se puede confiar solamente en la pensión de jubilación.
En el Perú, en el sector privado el salario promedio mensual de un trabajador es de S/ 2,310 (unos US$600 al tipo de cambio actual), según la Encuesta Nacional De Hogares del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).
Con estos ingresos y una canasta básica que supera los 1 300 soles, para una familia de cuatro personas, guardar un 10 % puede sonar desequilibrante para nuestro estilo de vida, por ello, Alessandro Galleno, gerente comercial de X Prime dio algunas recomendaciones para que nuestros “me lo merezco” no sean anulados del todo.
¿Quiero ahorrar, pero no dejar de decir ‘me lo merezco’?
Establezca metas mensuales: El seguimiento constante es una forma efectiva de motivar a ahorrar dinero. Debe empezar con una meta realista y aumentar la cantidad según mejore su situación financiera.
Priorice los gastos: Haga una lista de los gastos mensuales para priorizarlos en función de su importancia y necesidad. Al hacer esto, puede encontrar áreas donde puede recortar gastos innecesarios y usar ese dinero para ahorrar o invertir. Por ejemplo, membresías a lugares que no visita, pagos de streamings que no consume, etc.
Invierta en fondos internacionales: Ante la volatilidad de la economía peruana, el refugio en monedas extranjeras puede brindar seguridad a su economía, así como generar mayores ganancias que lo que ofrecen productos de ahorro local.
Liquide deudas y deje el camino limpio para el ahorro: Las deudas, especialmente las de interés alto, pueden ser una carga financiera significativa y limitar la capacidad de ahorro. Procure cumplir y culminar el pago de deudas, ya sea de tarjetas de crédito, préstamos personales o hipotecas. Reducir la carga de deudas también puede mejorar la calificación crediticia, lo que puede resultar en opciones de crédito más atractivas en el futuro.
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