El Informe de Competitividad 2024-2025 del CPC advierte que el Perú enfrenta un estancamiento económico y pérdida de productividad. Para revertirlo, sugiere diferentes medidas que impulsen un crecimiento inclusivo y sostenible.
El Consejo Privado de Competitividad (CPC) presentó su Informe de Competitividad 2024-2025, un documento que diagnostica la situación actual del Perú y actúa como una hoja de ruta enfocada en la economía y sociedad del país.
Según se puede leer, desde principios del siglo XX hasta 1990, el PBI real per cápita del Perú creció en promedio poco más del 1.0 % anual. Frente a ello, los avances de las últimas tres décadas son innegables, pero no garantizan el progreso futuro, especialmente ante la desaceleración de la última década y las crecientes incertidumbres.
¿Cómo salir del estancamiento actual?
El informe refiere las principales preocupaciones ciudadanas, como la delincuencia (26 %), el desempleo y bajos ingresos (28 %), la corrupción (18 %), y el costo de vida (14 %), con el bajo crecimiento económico y la pérdida de productividad. Sin un crecimiento dinámico e inclusivo, estas preocupaciones tienden a agudizarse.
Además, el avance de actividades ilegales como la minería ilegal erosiona la economía formal y trae una escalada de violencia que alarma al país. A esto se suma un escenario político fragmentado, con más de 40 candidatos presidenciales anticipados para 2026, reflejo de la dispersión política y la debilidad institucional.
El Perú está en riesgo de perpetuar un crecimiento insuficiente para cerrar brechas sociales y reducir la informalidad estructural. La situación fiscal también muestra un deterioro, con déficits continuos desde 2014, alcanzando 3.5 % del PBI en 2024, superior a la meta y el más alto del último milenio, excluyendo 2020. Esto ha llevado a agencias calificadoras a rebajar la nota crediticia del país.
Un riesgo adicional y a menudo postergado es la pérdida del bono demográfico. La tasa de dependencia en vejez aumentará significativamente, triplicándose hacia 2050. A diferencia de países que se enriquecieron antes de envejecer, el Perú corre el riesgo de hacerse viejo antes de hacerse rico. Cada año perdido reduce el margen de maniobra para construir un futuro próspero.
¿Cómo retomar un camino sólido a una economía próspera e inclusiva?
Para retomar la senda de la productividad y el crecimiento inclusivo, el informe se requiere más que estabilidad macroeconómica. Se necesitan reformas profundas que impulsen la competencia, la calidad educativa, la innovación y la infraestructura. El crecimiento no debe depender exclusivamente de sectores primarios o ventajas transitorias.
El reporte del CPC insiste en que no hay tiempo que perder. Mantener un camino de crecimiento inclusivo y sostenible exigirá decisión política, reformas valientes y un compromiso renovado de todos los actores: Estado, empresas, academia y sociedad civil.
Retomar la fortaleza fiscal es clave, y requiere retomar reformas estructurales que impulsen la productividad, corregir distorsiones tributarias, mejorar la administración fiscal y contener el crecimiento del gasto público.
Fomentar el crecimiento potencial implica reformas para mejorar la productividad y la eficiencia del mercado, un rumbo que el Estado no ha seguido en la última década, introduciendo distorsiones y trabas burocráticas.
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