La eventual quiebra de la inmobiliaria Evergrande podría resultar en la desaceleración puntual de la economía china, afectando a sus socios comerciales.
La posible quiebra del gigante inmobiliario chino, Evergrande, que tiene una deuda de más de US$ 300,000 millones, podría convertirse en una traba más para la recuperación de la economía de los países de América Latina, según indican los expertos.
Esta crisis podría resultar en la desaceleración de la economía China, que tiene a varios países de la región entre sus principales socios comerciales.
De esa manera, el impacto de la crisis de Evergrande en la economía china tendría efectos directos en los mercados de materias primas, afectando a países como Chile, Perú y Brasil.
"Si consideramos que una desaceleración de la economía china hará que China importe menos e invierta menos, podemos entender que, por la dimensión que el país representa para Brasil, el impacto no será irrelevante", comentó Mauro Rochlin, economista del centro de estudios Fundaçao Getulio Vargas (FGV) a la agencia EFE.
Por su parte, el investigador principal para América Latina del Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos, Carlos Malamud, coincide en que la demanda por materias primas, que "tanto consume China", sufrirían un parón importante.
"Las materias primas se verían afectadas, habría una disminución en la demanda de productos energéticos pero también de minerales como el hierro o el cobre, muy utilizados en la construcción", señaló.
De esta manera, el declive del gigante asiático supondría un obstáculo más para la recuperación de los países latinoamericanos.
Sin embargo, el coordinador del Núcleo de Estudios China-Brasil de la FGV, Evandro Menezes de Carvalho señala que la situación de Evergrande se enmarca en un enorme proyecto del Gobierno chino de reestructurar la economía y los modelos de regulación del país.
Entre estos cambios destaca un ambicioso plan de doblar la llamada clase media y su PBI nominal hasta 2035, por lo que las perspectivas a medio y largo plazo son "positivas".
"La buena noticia es que no será el fin de la economía ni el colapso de la economía china. Todo lo contrario, pues las previsiones de China es precisamente doblar su PIB", recalcó.
(Con información de la agencia EFE).
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