
Evergrande, uno de los desarrolladores inmobiliarios más grandes de China, se encuentra al borde del colapso debido a su millonaria deuda de más de US$ 305,000 millones próxima a vencer.
Durante los últimos años la empresa pidió préstamos para financiar no sólo su división de construcción sino otro tipo de negocios que ha ido impulsando, entre ellos parques de diversión, embotelladoras de agua, vehículos eléctricos y un equipo de fútbol.
La quiebra de esta compañía implicaría un impacto en todas los sectores en los que ha invertido, con 200,000 trabajadores directos y más de 3,8 millones empleos indirectos.
"El colapso de Evergrande sería la prueba más grande a la que se ha enfrentado el sistema financiero de China en años", comenta Mark Williams, economista jefe para Asia de Capital Economics, a BBC Mundo.
Para poder operar, la empresa depende de las preventas de apartamentos en construcción. Sin embargo, las ventas de han ventas se han ralentizado y al tener menos ingresos, la empresa no puede pagar a sus proveedores, que dejan de suministrar materiales o servicios.
Al no poder terminar con las construcciones, la compañíaestá impedida de recaudar más dinero para continuar con otros proyectos.
Se estima que más de un millón de personas en China dieron depósitos por los proyectos inmobiliarios que Evergrande ofreció, pero podrían perder su dinero si se produce la quiebra.
¿Cómo se afectaría la economía mundial?
La potencial pérdida de empleos y del dinero de miles de clientes de Evergrande no son las únicas consecuencias.
Un gran grupo de empresas que hacen negocios con Evergrande, como las compañías de construcción y diseño o los proveedores de materiales, están en peligro de sufrir grandes pérdidas que podría generar más quiebras.
Además de esto, los analistas consideran que las fuertes deuda de la empresa podrían representar riesgos generalizados para el sistema financiero de China.
"Las consecuencias financieras serían de gran alcance. Según los informes, Evergrande debe dinero a unos 171 bancos nacionales y otras 121 empresas financieras", dijo Mattie Bekink, de Economist Intelligence Unit (EIU), a BBC Mundo.
Esto a su vez acabaría estringiendo el crédito a las pequeñas empresas y a las personas, lo que podría llevar a una crisis crediticia.
La situación terminaría generando incertidumbre en los inversionistas extranjeros, que verían a China como un lugar menos atractivo para invertir.
Cabe mencionar que el sector inmobiliario es uno de los pilares del crecimiento económico de China en las últimas décadas, pues representa el 7.5% del PBI del país.