El IPE estima un crecimiento del 3.1 % para el 2025, una proyección similar a la del BCRP, pero distante a la del MEF. Sin embargo, la incertidumbre electoral y la falta de grandes proyectos mineros podrían frenar este dinamismo. Por otro lado, el IPE advirtió sobre el riesgo fiscal para el 2026. ¿A qué se debería?
El Instituto Peruano de Economía (IPE) ha estimado un crecimiento económico del 3.1 % este año, una cifra que está en línea con las proyecciones del Banco Central de Reserva del Perú (BCRP) pero por debajo del 4 % previsto por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Stephani Maita, economista del IPE, se presentó en Economía Para Todos por RPP y explicó las razones detrás de este ajuste y los factores que podrían influir en el desempeño económico del país.
"Tenemos un estimado de 3.1% para este año, una cifra bastante cercana a la del BCRP", dijo y sostuvo que la revisión al alza responde a un mayor dinamismo de la inversión pública y del gasto privado.
Según el IPE, la inversión pública creció un 25 % entre enero y febrero del 2025, superando las expectativas iniciales y contribuyendo a la revisión de las proyecciones.
Sectores clave: construcción, minería y pesca
Entre los sectores con mayor dinamismo, el IPE destaca la construcción y los servicios para este año.
"El lado de construcción, vemos que estará impulsada por la ejecución de proyectos de gran envergadura, como Tia María y Safranal, que tienen planificado iniciar construcción o algún tipo de desarrollo cercano en entre el segundo y tercer trimestre del año", expuso.
"Por el lado del gasto de los hogares, vemos una recuperación de la autoconstrucción, un poco empujada por la recuperación del empleo, pero también por una recuperación de la capacidad adquisitiva de los hogares, relacionado nuevamente a la recuperación del empleo, de sus ingresos, pero también de una inflación mucho más baja que permite a los hogares consumo y retomar su senda de autoconstrucción", agregó.
Por otro lado, la pesca, a pesar de su desempeño positivo en el 2024, podría no mantener el mismo ritmo en el presente año. El buen resultado de la pesca en el 2024 se debió a una base de comparación baja, tras años afectados por fenómenos climáticos; sin embargo, "es un sector bastante volátil porque está sujeto a estas condiciones climáticas", por lo que no se podría realizar proyecciones precisas.
Respecto a la minería, Stephani Maita advirtió que el sector enfrenta un panorama menos auspicioso debido a la ausencia de nuevos proyectos de gran magnitud en el horizonte 2025-2026.
"En los últimos años, la producción minera creció por la entrada en operación de grandes proyectos como Quellaveco y Mina Justa". Sin embargo, "no vemos nuevos la entrada de un nuevo gran proyecto de gran envergadura, con lo cual la producción de estos metales no es tan auspiciosa".
Impacto de la incertidumbre electoral en la inversión
Un factor que podría desacelerar la economía en la segunda mitad del año es la incertidumbre electoral.
"Las elecciones en cualquier país, y particularmente en el caso peruano, son una fuente importante de incertidumbre" porque se desconoce cuál será el siguiente Gobierno y cuál será su agenda; no obstante, "en el caso peruano es aún mucho más preocupante dada la gran cantidad de partidos políticos que tenemos".
Agregó que esta falta de claridad podría afectar la toma de decisiones de inversión, retrasando proyectos, especialmente en sectores como la minería.
Déficit fiscal y medidas necesarias
El IPE ha advertido que el déficit fiscal podría incumplirse por tercer año consecutivo en el 2025, debido a un gasto público elevado y menores ingresos fiscales en el futuro.
"Este año, los ingresos fiscales van a ser todavía relativamente altos, favorecidos por un precio del cobre y la regularización minera alta. Ese es un factor con el que no vamos a contar el próximo año y que va a afectar el cumplimiento de las metas fiscales", advirtió la experta.
Sobre la posibilidad de reducir el déficit eliminando ministerios, Maita señaló que "es una alternativa, pero no la única". Explicó que se requiere un mejor balance entre ingresos y gastos para mantener la estabilidad macroeconómica del país.
Fortaleza del sol peruano y control de la inflación
Maita también se refirió a la fortaleza del sol peruano, destacando que es una de las monedas más estables de la región gracias a una política monetaria y fiscal responsable.
"El sol ha variado poco en comparación con otras monedas de la región". Esto ha llevado a que incluso en Bolivia y Brasil, especialmente en regiones cercanas a la frontera, "han adoptado el uso del sol ante la volatilidad de su propia moneda, dada la escasez de dólares en el país, entre otros factores", indicó.
En cuanto a la inflación, el IPE proyecta que el país cerrará el 2025 con un nivel cercano al 2 %.
"El BCRP hace un excelente trabajo, ha mantenido las tasas de inflación más bajas de toda la región y también incluso podríamos decir del mundo durante el periodo inflacionario de la pandemia y es algo que también se va a seguir cumpliendo", destacó Maita.
Efecto del retiro de CTS y AFP en el consumo
Finalmente, respecto a los posibles efectos económicos del retiro de la Compensación por Tiempo de Servicios (CTS) y los fondos de las AFP, la economista del IPE descartó un impacto significativo.
"La liberación de estos fondos no tendría un impacto significativo en la economía debido a dos factores: el saldo actual disponible es bastante menor, respecto a lo que teníamos en años previos; pero también el hecho de que son muy pocas las personas las que acceden a este beneficio", explicó.
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