Perú ocupa el puesto 65 entre 141 economías evaluadas en por el Ranking Global de Competitividad 2019 del Foro Económico Mundial.
El escenario no es tan alentador para el país. Y es que el Perú sigue perdiendo competitividad a pesar de mejorar en la mayoría de indicadores, porque otros países avanzaron con mayor celeridad, según el Ranking Global de Competitividad 2019, que publica el Foro Económico Mundial.
El país retrocedió dos puestos este año, ubicándose en la posición 65 de 141 economías evaluadas, en medio de un contexto de confrontación política en el ambito interno e incertidumbre en el plano externo, precisamente entre Estados Unidos y China.
Sin embargo, el país mantiene el sexto lugar en Latinoamérica (entre 18 países), posición similar a la registrada en el ranking del 2018, ubicándose luego de Chile (puesto 33), México (puesto 48), Uruguay (puesto 54), Colombia (puesto 57) y Costa Rica (puesto 62).
Los países latinoamericanos que reducen su grado de competitividad mundial son: Costa Rica (retrocede 7 puestos), Venezuela (pierde 6 lugares), Nicaragua (retrocede 5 ubicaciones), Ecuador (menos 4 posiciones), mientras que Bolivia, Guatemala, Paraguay, Argentina, Panamá, México y Perú pierden 2 posiciones cada uno.
De otro lado, solo tres países de Latinoamérica registran los mayores niveles de expansión en su nivel competitivo: República Dominicana (sube 4 puestos), Colombia (aumenta 3 posiciones) y Brasil (incrementa 1 puesto).
El análisis de la competitividad en los países que integran la Alianza del Pacífico muestran que Perú (lugar 65), es el asociado que registra el menor nivel de competitividad y el que ha experimentado junto con México retrocesos (2 lugares menos cada uno), Chile mantiene su posición competitiva y Colombia mejora en 3 puestos.
MEF
El Ministerio de Economía y Finanzas explica que este ranking de Competitividad se construye sobre la base de la evaluación de 12 pilares, donde Perú muestra un desempeño positivo en términos absolutos (puntaje obtenido) en ocho pilares. Perú lidera el ranking mundial en el pilar de “Estabilidad Macroeconómica”, donde ocupa el primer puesto, posición que es compartida con otros 33 países del mundo.
"El Plan Nacional de Competitividad y Productividad, aprobado el 28 de julio pasado, contiene dentro de sus nueve objetivos prioritarios diversas medidas de política que permitirán mejorar la competitividad del país, lo que incidirá en una mejora progresiva del país en el ranking de competitividad del WEF", sostiene el MEF en un comunicado.
Empresarios
El presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Ricardo Márquez, fue enfático en precisar que la competitividad es el reflejo de la productividad, por ende tenemos un reto importante que enfrentar y para ello se requiere desburocratizar el aparato estatal que hace que la economía se encuentre relentizada, así como una estabilidad económica, política, social, y fortalecer la institucionalidad para revertir la situación en la que nos encontramos.
“Urge elevar los niveles de productividad, los empresarios asumimos el reto, pero necesitamos condiciones para producir eficientemente. Solo pedimos competir en igualdad de condiciones en las que se encuentran los mercados a los que derivamos nuestra producción o servicios, porque la actual situación en la que se encuentra nuestro país es el reflejo de la falta de institucionalidad que existe y que no nos permite ser competitivos a nivel mundial”, precisó Márquez.
Las estadísticas del Foro Económico Mundial indican que de los 12 pilares que muestra el índice de competitividad, nuestro país registra un deterioro en ocho: Institucionalidad, Infraestructura, Adopción de TICs, Mercado de Productos, Mercado Laboral, Sistema Financiero, Dinamismo de Negocios y Capacidad para innovar.
La posición competitiva de Perú –prosiguió Márquez- se ha venido deteriorando en los últimos años, acumulando una pérdida de cinco posiciones desde el año 2017, en que se ubicó en el puesto 60.
El análisis de la competitividad de la última década en Perú muestra dos tendencias claramente opuestas, la primera que se registra desde el 2007 hasta el 2012, donde se evidencia una importante ganancia de situación competitiva y la otra que va desde el 2013 hasta el 2019, donde la tendencia es una pérdida constante de competitividad.
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