A los 16 años, Marina Bustamante inició el emporio de los cueros con solo S/ 50. Con el tiempo, Renzo Costa se ha convertido en un ícono de la moda peruana. Esta es la historia de la 'reina de los cueros'.
Marina Bustamante, fundadora de Renzo Costa, se presentó en Negocios 360 por RPP, símbolo de perseverancia y visión empresarial. Desde sus inicios a los 16 años, cuando con apenas S/ 50 empezó a fabricar cinturones de cuero, hasta convertir su marca en un referente de la moda peruana.
"Soy fundadora porque empecé a los 16 o 17 cuando terminé el colegio. Le dije a mi papá 'yo quiero ser negociante'", recuerda Bustamante. Sin embargo, no todos creyeron en su sueño. "Mi papá me dijo: 'No. Tienes que ingresar a la universidad, estudiar y hacer algo por la vida, pero negociante de mujer fracasa, quiebra'".
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El primer contacto con el cuero lo tuvo desde niña, cuando visitaba a su abuela en Jauja. "Mi abuelo fue curtidor artesanal y el olor al curtido me llamó la atención y compré una manta de cuero con las propinas y todo de que me dio mi padre y comencé a cortar el cuero y hacer cinturones".
Ese recuerdo la llevó, años después, a comprar su primera manta de cuero y comenzar a fabricar cinturones.
De una pequeña inversión a un gigante del cuero
La marca Renzo Costa nació en 1973, en medio de una economía incierta. "Mi papá me prestó 600 soles para comprar una máquina de segunda para coser cuero. Mi capital inicial real fue de 50 soles", explica Bustamante.
La primera tienda en confiar en sus productos fue "La Casa del Hippie" en el Centro de Lima. Con aproximadamente 16 años, Marina Bustamante vendía sus correas a S/ 60 y el vendedor las ofrecía a S/ 120: "Ofrecí cuatro cinturones. Eran tan llamativos y bonitos que yo confiaba en que los iba a vender. A los tres días había vendido los cuatro", por lo que tuvo que fabricar y enviarle más.
Con el tiempo, diversificó su oferta. "Compré una cartera en el Callao, la desarmé e hice un molde, pero la hice más suave, más juvenil", explica, ya que en esos años, las señoras usaban colores neutros, pero Bustamante utilizó colores más vibrantes, como naranja y verde.
Su estilo encontró un nicho en las boutiques de Miraflores, donde su propuesta fresca y colorida cautivó a un público más joven.
La consolidación de Renzo Costa
El primer local del negocio se ubicó en la Gran Vía, pero tenía que ponerle un nombre: "Había nacido Renzo en julio y yo abrí el 4 de octubre mi primer local. Comencé a hacer la decoración con poco dinero y comencé a vender carteras, correas, venían proveedores y me dejaban a consignación, pantalones, blusas. Se convirtió en una boutique".
"Tenía siete vendedoras y, como mi local era jalador, el dueño de la vía del frente, me propusieron abrir otro local. Luego, compré otro local en Jirón de la Unión" y así empezó Renzo Costa a expandirse por lugares como Camino Real, al lado del Hotel Bolivar, entre otros puntos estratégicos.
La estrategia de marketing también fue clave: "En una época de escasez en el país, anuncié en el periódico 'una casaca por persona', y la gente hacía cola para comprar".
Sin embargo, también hubo momentos retadores en el camino. "En la época del terrorismo de 1997, la corriente del niño. Nosotros nos habíamos encaminado solo a hacer casacas de cuero porque nos iba muy bien. Dejamos de lado las carteras, billeteras, cinturones; pero ¿quién en Lima con tanto calor usa casacas de cuero? Nadie".
Por ello, llevó a la marca Renzo Costa al interior del país, donde el clima frío favorecía la demanda de su producto.
"Alquilábamos el lobby del hotel, un lugar bonito y ahí ofrecíamos nuestras casacas de cuero en Cusco, Arequipa, Juliaca, Huancayo. En todos los lugares donde hacía frío y ahí comenzamos a capitalizar el gusto de la gente, los colores, etc. Ahora tenemos locales en los centros comerciales de todos los lugares del interior del país y ya sabemos qué les gusta porque con el tiempo hemos aprendido", señala.
Hoy, Renzo Costa cuenta con más de 68 tiendas en el Perú y un punto de venta en Nápoles, Italia. "Considero que estamos creciendo al 6 % al año. Ahora que las cosas están un poco difíciles, pero antes crecíamos hasta dos dígitos".
El consejo de Marina Bustamante
La fundadora de Renzo Costa reconoce que su dedicación al trabajo le hizo renunciar a muchas experiencias personales. "Le diría a la Marina joven que disfrute un poco más de la vida", confiesa. Ahora, busca un balance entre su rol empresarial y su vida personal, disfrutando de su familia, viajando y cultivando su amor por el arte y la cultura.
Finalmente, aconseja a los jóvenes "que aprovechen, analicen, sean curiosos y sobre todo ahora, que tienen todas las herramientas que yo no tenía en mis tiempos. Ustedes tienen todo a la mano, tienen el celular, investiguen lo que les guste. Busquen, tienen las redes sociales que pueden promover, promocionar sus productos, pero siempre les digo, pónganle una marca, su producto. Inscriban su marca y trabajen con eso. Es como una partida de nacimiento y crean en ustedes mismos, en sus sueños. Sean disciplinados".
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