Sam Rivers formó parte de Limp Bizkit desde sus inicios en la década de 1990 y contribuyó a definir el sonido característico de la banda.
Sam Rivers, bajista del grupo Limp Bizkit, falleció a los 48 años, según informó la banda a través de un comunicado publicado en su cuenta oficial de Instagram.
La noticia fue anunciada la noche de este sábado, señalando que el músico murió en horas de la mañana. En el mensaje, la banda lo describió como "el latido detrás de cada canción".
Sin embargo, hasta el momento, no se han revelado detalles sobre la causa del fallecimiento.
"Su espíritu vivirá para siempre en cada acorde, cada escenario, cada recuerdo", agregaron.
¿Quién fue Sam Rivers?
Sam Rivers formó parte de Limp Bizkit desde sus inicios en la década de 1990 y contribuyó a definir el sonido característico de la banda, que combina elementos de rock alternativo, metal y rap.
Entre sus discos más reconocidos se encuentran Significant Other (1999) y Chocolate Starfish and the Hot Dog Flavored Water (2000), con los que alcanzaron fama internacional.
Limp Bizkit en Perú: ¿Qué pasará con el concierto tras la muerte de Sam Rivers?
Limp Bizkit había anunciado su gira mundial Loserville Tour, que incluirá presentaciones en varios países de Latinoamérica, incluyendo Perú, durante noviembre y diciembre.
Las fechas confirmadas también abarcan México, Costa Rica, Colombia, Chile, Argentina y Brasil. En Perú, el concierto se llevará a cabo el 9 de diciembre en Costa 21, Lima.
Hasta el momento, la banda no ha emitido comentarios sobre si la gira continuará según lo planeado o si se postergará tras la muerte de Sam Rivers.
Así anunció Limp Bizkit el fallecimiento de su bajista Sam Rivers
Hoy perdimos a nuestro hermano.
A nuestro compañero de banda.
A nuestro latido del corazón.
Sam Rivers no era solo nuestro bajista, era pura magia.
El latido detrás de cada canción, la calma en el caos, el alma en el sonido.
Desde la primera nota que tocamos juntos, Sam aportó una luz y un ritmo que nunca podrán ser reemplazados. Su talento era natural, su presencia inolvidable y su corazón enorme.
Compartimos tantos momentos: salvajes, tranquilos, hermosos… y cada uno de ellos fue más especial porque Sam estaba ahí.
Era un ser humano único en la vida.
Una verdadera leyenda de leyendas.
Y su espíritu vivirá para siempre en cada acorde, cada escenario, cada recuerdo.
Te amamos, Sam.