La actriz de Baywatch y diez de las ´playmates´ europeas más ardientes del momento tomarán el viernes el palacio de Snagov,en la primera fiesta que este grupo celebra en Europa.
La actriz Pamela Anderson y diez de las "playmates" europeas más ardientes del momento tomarán el viernes el palacio de Snagov, cerca de Bucarest, que usaba el desaparecido dictador comunista rumano Nicolae Ceausescu, en la primera fiesta al estilo de la "Mansión Playboy" que este grupo celebra en Europa.
Unos 250 invitados, todos ellos hombres, podrán disfrutar de una velada al más "puro estilo Hugh Hefner" por cantidades que van de los 1.000 a los 2.000 euros (de 1.300 a 2.600 dólares), explicó a Efe Bogdan Enache, representante de la organización.
"Ha despertado una gran curiosidad, vienen personas de Rumanía y otros países europeos, de Estados Unidos e incluso Arabia Saudí. Todos tienen en común cierta posición social", declaró Enache.
El desembarco de "vedettes" y ricachones locales y extranjeros llenará de frivolidad e inocente perversión unos salones en un palacio a 40 kilómetros al norte de Bucarest, que en su día se acostumbraron a la solemnidad austera y gris de los discursos, los trajes y los gestos del comunismo más ultramontano del continente.
Más de 20 años después de la caída del régimen y del fusilamiento del Ceausescu y su mujer tras un juicio sumarísimo, la música de varios pinchadiscos ocupará el sitio de los aplausos cadenciosos a la entrada del Conducator.
Pamela Anderson desempeñará el papel de anfitriona que solía corresponderle a Elena Ceausescu y fuentes imposibles de chocolate reinarán donde fue canon la rústica cerámica tradicional que gustaban a la primera dama.
Los asistentes podrán pujar por pasar media hora en la incitante compañía de su "playmate" favorita y el dinero recaudado en la velada se destinará a mejorar las instalaciones de un hospital infantil de Bucarest.
La fiesta contará también con la presentación por parte de la ex "conejita" Pamela Anderson de su libro "Un sueño cumplido", un relato de ficción que incluye elementos autobiográficos.
La más famosa "vigilante de la playa", de 43 años, tiene previsto llegar el viernes a Bucarest procedente de Londres, y regresar el sábado a Estados Unidos.
Las italianas Cristina de Pin y Sarah Nile, junto con la rusa Julia Novoselskaya y la ucraniana Anastasia Shkodkina completarán, entre otros nombres, el cartel de "conejitas".
A ellas se sumarán 300 jóvenes de toda Rumanía, que con simpatía y poca ropa darán calor a la noche otoñal.
Construido en los años 30 por el príncipe Nicolás de Rumanía, el Palacio de Snagov fue residencia del dictador fascista Ion Antonescu y del stalinista Gheorghe Gheorghiu-Dej.
Su sucesor, Nicolae Ceausescu, ordenó ampliarlo y renovarlo con materiales procedentes exclusivamente de Rumanía en los años setenta, y lo utilizó para recepciones y actos oficiales.
Desde su casa de veraneo al otro lago del lago, el "Genio de los Cárpatos" y su esposa Elena se desplazaban en barca hasta el palacio para atender sus compromisos como máximos cargos del Estado.
El inmueble no fue reclamado por la familia real después del derrocamiento del matrimonio dictatorial y la caída del régimen en 1989, y hasta ahora había sido utilizado para conferencias privadas, congresos y fiestas de boda.
Numerosas discotecas de altos vuelos han abierto sus puertas alrededor del lago, y la localidad de Snagov es hoy una referencia de los veranos de la gente más adinerada de Bucarest.
-EFE-
Unos 250 invitados, todos ellos hombres, podrán disfrutar de una velada al más "puro estilo Hugh Hefner" por cantidades que van de los 1.000 a los 2.000 euros (de 1.300 a 2.600 dólares), explicó a Efe Bogdan Enache, representante de la organización.
"Ha despertado una gran curiosidad, vienen personas de Rumanía y otros países europeos, de Estados Unidos e incluso Arabia Saudí. Todos tienen en común cierta posición social", declaró Enache.
El desembarco de "vedettes" y ricachones locales y extranjeros llenará de frivolidad e inocente perversión unos salones en un palacio a 40 kilómetros al norte de Bucarest, que en su día se acostumbraron a la solemnidad austera y gris de los discursos, los trajes y los gestos del comunismo más ultramontano del continente.
Más de 20 años después de la caída del régimen y del fusilamiento del Ceausescu y su mujer tras un juicio sumarísimo, la música de varios pinchadiscos ocupará el sitio de los aplausos cadenciosos a la entrada del Conducator.
Pamela Anderson desempeñará el papel de anfitriona que solía corresponderle a Elena Ceausescu y fuentes imposibles de chocolate reinarán donde fue canon la rústica cerámica tradicional que gustaban a la primera dama.
Los asistentes podrán pujar por pasar media hora en la incitante compañía de su "playmate" favorita y el dinero recaudado en la velada se destinará a mejorar las instalaciones de un hospital infantil de Bucarest.
La fiesta contará también con la presentación por parte de la ex "conejita" Pamela Anderson de su libro "Un sueño cumplido", un relato de ficción que incluye elementos autobiográficos.
La más famosa "vigilante de la playa", de 43 años, tiene previsto llegar el viernes a Bucarest procedente de Londres, y regresar el sábado a Estados Unidos.
Las italianas Cristina de Pin y Sarah Nile, junto con la rusa Julia Novoselskaya y la ucraniana Anastasia Shkodkina completarán, entre otros nombres, el cartel de "conejitas".
A ellas se sumarán 300 jóvenes de toda Rumanía, que con simpatía y poca ropa darán calor a la noche otoñal.
Construido en los años 30 por el príncipe Nicolás de Rumanía, el Palacio de Snagov fue residencia del dictador fascista Ion Antonescu y del stalinista Gheorghe Gheorghiu-Dej.
Su sucesor, Nicolae Ceausescu, ordenó ampliarlo y renovarlo con materiales procedentes exclusivamente de Rumanía en los años setenta, y lo utilizó para recepciones y actos oficiales.
Desde su casa de veraneo al otro lago del lago, el "Genio de los Cárpatos" y su esposa Elena se desplazaban en barca hasta el palacio para atender sus compromisos como máximos cargos del Estado.
El inmueble no fue reclamado por la familia real después del derrocamiento del matrimonio dictatorial y la caída del régimen en 1989, y hasta ahora había sido utilizado para conferencias privadas, congresos y fiestas de boda.
Numerosas discotecas de altos vuelos han abierto sus puertas alrededor del lago, y la localidad de Snagov es hoy una referencia de los veranos de la gente más adinerada de Bucarest.
-EFE-
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