Fernanda lo convence de que trepe el muro del hospital psiquiátrico para que compruebe el estado de salud de Francesca.
Luego que Francesca comprueba que la tumba de Claudia ha sido profanada, sufre una aguda crisis nerviosa. Muy nerviosa se refugia en su cuarto y al quedarse dormida cree ver a su lado a Carmen lo cual la llena de pavor.
Mientras tanto Sergio convence a Isabella de que hay que internar a su madre debido a que sus constantes crisis nerviosas están asociadas a su edad. Francesca se despierta y vuelve a ver a Carmen a su lado. Nuevamente es presa de los nervios y al querer incorporarse se da cuenta de que está atada a la cama. “¡Qué es esto! ¡¿Dónde estoy?!”, exclama al darse cuenta de que no está en su habitación. “Estás en el hospital psiquiátrico y yo estoy en la habitación del lado. Vine a ver de que estés bien”, le dice mirándola fijamente. En eso entra el director del hospital que hace salir a Carmen de la habitación.
Fernanda se entera por Peter de que su nona está internada. La situación de Fernanda la intranquiliza porque sabe que en ese nosocomio también está internada Carmen. Decide ir al hospital acompañada del mayordomo pero no los dejan pasar. Temerosa por lo que pudiera ocurrir, Fernanda llama a Joel que de mala gana acepta ayudarla introduciéndose al hospital disfrazado de enfermera.
Ya dentro del nosocomio, Joel empieza a buscar la habitación de Francesca. Lleva un ceñido vestido blanco y al atisbar medio inclinado a través de una ventana aparecen dos enfermeros quienes empiezan a admirar sus curvas. “¿Eres la nueva enfermera? ¿Cómo te llamas?”, le preguntan. “Sí, soy la nueva enfermera, me llamo Joela y debo cuidar a la señora Francesca Maldini”, responde. Los enfermeros le dan el número de la habitación de Madam y Joel se dirige hacia ese cuarto. “Pobrecita. Qué feíta es”, comenta uno de los enfermeros mientras Joel se aleja.
Llega a la habitación de Francesca y cuando decide entrar, la puerta se abre. Aparece el director del hospital. Se queda mirando las curvas de la enfermera y le pide que la acompañe a su oficina. Joel decide alejarse pero el médico va tras él. El director trata de atrapar a la enfermera que empieza a retroceder pero ante los avances cada vez más audaces del médico, Joel deja de usar su voz aflautada y protesta con su voz de hombre. El director queda totalmente sorprendido y entonces llama a los enfermeros para atrapar a Joel. Lo alcanzan, le quitan la peluca y se dan cuenta de que es hombre. Finalmente lo echan del hospital. Su misión ha fracasado.