´¿Yo puedo guardar algún secreto de mi vida personal que corre el riesgo de ser difundido a través de una prueba sanguínea?, preguntó el maquillador a jueza que investiga denuncia en su contra.
“¿Yo puedo guardar algún secreto de mi vida personal que corre el riesgo de ser difundido a través de una prueba sanguínea?”, le dijo Carlos Cacho a la jueza Nancy Carmen Choquehuanca, durante la diligencia que se realizó el viernes 18 de febrero en el 50 Juzgado Penal de Lima, por el caso que el maquillador sostiene contra Humberto Izarra.
“No es verdad que yo obstaculicé a la policía. Mi auto fue movido del lugar de los hechos… Yo como estudiante de derecho de cuarto año, tengo conocimiento de que un policía no puede mover el cuerpo del delito del lugar de los hechos hasta que llegue un especialista. A mí me movieron el auto y me llevaron a la comisaría. Fui yo quien llamó a la ambulancia (tras el accidente). Me parece injusto que digan que no socorrí a la persona”, alegó Cacho.
Continuando con su defensa, Carlos explicó que se negó a pasar por el dosaje etílico de rigor, para así guardar un secreto que prefiere llevárselo a la tumba, antes de verlo publicado en los titulares de los periódicos.
“Dejo una interrogante… ¿Yo puedo guardar algún secreto de mi vida personal que corre el riesgo de ser difundida a través de una prueba sanguínea? De repente con esa prueba, mi imagen, mi carrera y mi reputación serían titular de todos los medios que en este momento se encuentran acá”, sostuvo.
“Estoy dando en un punto en que los seres humanos necesitamos salvaguardar nuestra dignidad hasta el último punto de la discreción, de los grandes secretos, de las cosas que preferimos guardar, quizá hasta la muerte”, concluyó el polémico maquillador, antes que la jueza desestimase su pedido de libertad provisional.
Lee más noticias de Entretenimiento haciendo clic aquí.
Comparte esta noticia