La anulación del gol del combinado ruso de hockey provocó una ola de indignación entre miembros del Gobierno de ese país.
El presidente ruso, Vladímir Putin, no dudó en sumarse a las críticas contra el árbitro que anuló el sábado un tanto de la selección rusa de hockey sobre hielo en el partido de máxima rivalidad ante Estados Unidos (2-3).
"Si la portería está torcida, hay que parar el juego. Si no, seguir jugando", dijo Putin, en relación al motivo que adujo el árbitro para considerar ilegal el gol ruso.
Putin, que abandonó hoy Sochi por unas horas para presidir una reunión del Gobierno, aseguró que lamentaba el error arbitral "como todos los aficionados rusos".
"Pero si incluso el árbitro se equivocó, no hay que poner etiquetas. No se puede olvidar que el deporte no sólo es coraje, sino suerte", dijo, citado por las agencias locales.
El jefe del Kremlin, un gran aficionado al esquí alpino, no dudó en alabar a la selección de su país: "Nuestro equipo tiene talento y es el mejor".
"Los chicos lo dan todo, pese a las lesiones", destacó, y reveló que uno de los componentes de la selección le prometió que "el equipo ganará con seguridad en el momento de máxima responsabilidad".
"Eso espero", agregó Putin.
Como en anteriores ocasiones, el equipo ruso comenzó dubitativo el torneo, ya que sólo en el último momento se le sumaron los jugadores que militan en la liga profesional estadounidense (NHL).
La anulación del gol ruso provocó una ola de indignación tanto entre miembros del Gobierno, como entre dirigentes opositores como Alexéi Navalni, conscientes de que el oro en hockey sobre hielo es casi una obligación para el país anfitrión.
Con el oro de hoy de la pareja rusa de bobsleigh, Rusia se ha encaramado a la segunda posición en el medallero con 17 metales (5 oros, 7 platas y 5 bronces), dos más que en los anteriores Juegos de Invierno de Vancouver.
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