Después de 20 años, la Selección de Brasil vuelve a tener un equipo de temer, pero esta vez con distintos puntos para iniciar, defender y atacar. Es la evolución del 'Scratch', que busca el 'hexa' en Qatar.
Tite le devolvió la alegría, la identidad y la seguridad de antaño a Brasil. 20 años después de su último título mundial, la 'verdeamarela' vuelve a asustar a sus oponentes no solo por la historia de su camiseta, si no también por su momento, funcionamiento, goles y bailes en Qatar 2022.
El técnico supo reunir un grupo de atletas de alta calidad técnica y amoldarlos a una estrategia que los libera, compenetra y potencia. La Selección de Brasil ya no es Neymar y 10 más. Ahora tiene a dos de los mejores porteros del mundo, a la defensa menos batida en el Mundial Qatar 2022 y una ofensiva que recordó lo que es jogar bonito.
El esquema táctico inicial de Brasil
Salta al campo con un 4-2-3-1 nominal, que tiene a Alisson bajo los tres palos; a Danilo, Marquinhos, Thiago Silva y Alex Sandro en la primera línea; a Casemiro y Paquetá en recuperación; Neymar suelto en plaza; y, metros más arriba Raphinha y Vinicius Jr. -a pie cambiado- por las bandas y Richarlison como punta de lanza.
Con esta formación inicial, Tite refuerza la marca y la salida de Casemiro con Paquetá en el centro del campo y obliga al equipo rival a asignar uno o dos volantes sobre un movedizo Neymar sin responsabilidades de retroceder a recuperar, concentrando las marcas rivales en el medio y liberando los lados.
Además, con el gran recorrido de Vinicius y Raphinha por las bandas, la Selección de Brasil asegura el doble lateral y extremo por cada lado. Impenetrable e imparable. Y, como si no bastase, encontró en Richarlison al '9' de área que pesca pelotas y al habilidoso delantero que sabe definir en espacios pequeños con alguna pirueta.
La defensa 'total' de Brasil
El dibujo táctico inicial cambia cuando está sufriendo algún ataque rival: pasa del 4-2-3-1 original a un 4-4-1-1 cuando siente que es hora de defender. Sin presionar alto, los de Tite se repliegan en propio campo y duplican cada función para generar una doble muralla de cuatro.
Por la derecha, el primer lateral es Raphinha y el segundo Danilo. Con ambos y un volante o defensor más, la 'amarelinha' siempre genera el 3 contra 2 que le hace recuperar el balón rápido y sin falta. Por izquierda, lo mismo con Vinicius y Alex Sandro. Además, mientras el extremo cierra por dentro con su pie hábil, el marcador lo hace por fuera con su pie de apoyo. Impenetrables.
Sin embargo, si el adversario decidiera incursionar por el centro del campo, también se encontraría con el defensor duplicado. Paquetá estaría delante de Marquinhos y Casemiro antes que Thiago Silva, con la misma técnica del pie alternado escalonado.
Brasil en modo ataque
El número telefónico del Brasil de Tite en ataque es el 3-1-2-4, con los dos centrales más uno de los laterales, que generalmente suele ser Danilo, alertas ante cualquier 'contra'; Casemiro sólo por el centro; Paquetá y uno de los extremos (después de alguna diagonal liberando el espacio para la subida del otro lateral); y arriba se juega como antaño: el lateral proyectado y el otro extremo como 'wings' y Neymar y Richarlison como doble '9' o uno adentro y el otro llegando.
Con esta disposición táctica, el rival pierde la marca del extremo que se mete al centro o del lateral que quedó liberado y también la marca personal deja de referenciar a Neymar, que apila jugadores y suele dejar libre a Vinicius Jr. por izquierda que, con sus pases a tres dedos, suele habilitar a Richarlison en el punto de penal.
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