El técnico de la Selección Peruana no tomó en cuenta a Paolo Guerrero, para los partido ante Ecuador y Brasil, por un pedido especial del jugador
La diferencia entre poner el tema en la mesa y una petición tiene un largo tramo de distancia. Probablemente lo que hizo cambiar la decisión de Ricardo Gareca con respecto al caso Paolo Guerrero.
La llamada telefónica después del resultado adverso de Internacional en el Maracaná con Flamengo por Copa Libertadores , pidiendo no ser citado, hizo evaluar la situación. Era el propio jugador. Como pasó alguna vez con Raúl Ruidíaz o Andy Polo, claro en ambos casos, por motivos personales. Lo de Paolo es diferente. Internacional y la selección lo necesitan y ninguno de los debería de privarse del jugador si en la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) no se sintieran una isla programando partidos que rocen con la candelarizada fecha FIFA.
La decisión de Paolo Guerrero es polémica e incluso polariza, en opiniones, a sus propios compañeros ¿Qué pasaría si la petición de no convocatoria la hacen Christian Cueva o Carlos Zambrano? No sólo le imploraríamos a Gareca que no lo llame más, sino que casi los retiraríamos.
Como goleador histórico, capitán y futbolista más influyente de la Selección Peruana, lo de Paolo Guerrero no suma, no ayuda y crea un mal precedente en tiempos donde todos “se mueren” por escuchar su nombre en La Videna.
Considero, que, ante un pedido del jugador, Ricardo Gareca hace bien en no llamarlo, como también estará bien, si hay algún tipo de consecuencia tras la “autoexclusión”, como el mismo lo dijo.
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