El comandante Francesco Schettino tiene escasa capacidad para controlar situaciones de crisis, según las motivaciones de la sentencia hechas públicas hoy.
El comandante del crucero "Costa Concordia", Francesco Schettino, "no era apto" para guiar la nave que encalló el pasado 13 de enero en aguas del mar Tirreno frente a la isla italiana de Giglio, según las motivaciones de la sentencia del Tribunal Supremo del 10 de abril, hechas públicas hoy.
Schettino tiene "escasa capacidad para desarrollar las funciones de comandante o de responsable de la suerte de las personas a él confiadas", subraya el Supremo.
Para el Tribunal Supremo el comandante del "Costa Concordia" tiene escasa capacidad también "para controlar situaciones de crisis y garantizar en esas situaciones la integridad de las personas bajo su mando".
El Tribunal asegura que no existe peligro de fuga del comandante Schettino, por lo que confirma su arresto domiciliario, rechazando los recursos de la defensa y de la Fiscalía de Grosetto, que pedía la prisión cautelar para el comandante.
"La desconfianza (de los jueces) sobre su capacidad de comando y de intervención no supone que tenga que huir", señalaron los magistrados en la sentencia y precisaron que, dejando a un lado su comportamiento, Schettino siempre estuvo cerca del lugar de la catástrofe y no intentó huir cuando fue identificado y controlado.
El crucero "Costa Concordia", en el que viajaban 4.229 personas, de ellas 3.209 pasajeros, encalló frente a la isla del Giglio después de que Schettino decidiese, supuestamente sin autorización, acercarse a la costa, y en esta maniobra impactó contra un escollo, lo que provocó la rotura del casco.
La nave encalló posteriormente frente a la costa de la isla y se inclinó unos 80 grados.
Las víctimas mortales del naufragio son 30, entre ellas un español y dos peruanos.
Mientras tanto, continúan los preparativos para remolcar al "Costa Concordia", que continúa encallado en la isla, y la armadora ha confirmado que la base logística para todas las operaciones será instalada en el puerto de Piombino, cerca de la isla de Elba.
EFE
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